En el extenso mundo de los tópicos del fútbol, existe uno destacado que es el de ‘tomarse todos los partidos como una final’. Y en ocasiones esa clase de tópicos se convierten en realidades como sucedió en la tarde de ayer, ya que sobre el terreno de juego de La Albuera (en mejor estado que el de hace quince días, pero sin que esté ni mucho menos para lanzar cohetes), Gimnástica Segoviana y Getafe B se tomaron el encuentro como si de una final se tratara, jugando de poder a poder combinando aciertos y errores y haciendo que el reparto final se convirtiera en el marcador más justo, aunque el desarrollo del choque dejara a los de Gabi Fernández con un buen disgusto, y a los de Ramsés Gil con el subidón propio de quien rescata un punto cuando casi nadie lo esperaba.

El filial getafense demostró ante la Segoviana en el encuentro de ida que era uno de los que mejor fútbol practicaba del grupo, y con el cambio de entrenador y la llegada del histórico mediocentro del Atlético de Madrid, ha pasado a ser uno de los que mejor compite, con futbolista de una planta física más que destacada, amén de una calidad técnica nada desdeñable, aunque con un cierto déficit de contundencia en ambas áreas, algo lógico teniendo en cuenta que los jóvenes jugadores tienen todavía que quemar no pocas etapas en su formación.
Por su parte la Segoviana, que ya en el partido jugado en Getafe se salvó de una derrota a base de aguantar las embestidas de su oponente y aprovechar la única ocasión que tuvo, en el encuentro jugado en La Albuera dejó claro que el gen competitivo sigue intacto y que, aupados los futbolistas por una afición que está comenzando a jugar su papel en los partidos, es capaz de superar no pocas adversidades, y que los defectos que tiene (como todos los equipos) se vean minimizados por las virtudes.

EL PRIMER TRAMO, AZULGRANA

La primera mitad habría que dividirla en dos partes. En la primera la Segoviana fue mejor, porque sin dominar plenamente a un animoso rival, sí era capaz de llegar a los tres cuartos de campo con una cierta solvencia. Cosa distinta fue que la elección, y la ejecución, del último pase estuviera a la altura de la jugada ante una defensa visitante que en ningún momento del partido se mostró del todo expeditiva.
Javi Borrego y Fer Llorente protagonizaron las primeras intentonas gimnásticas, antes de que llegara la ocasión más clara para los de casa, después de un gran robo de balón de Plomer que Fer Llorente convirtió en un pase en profundidad a Merencio, que en el mano a mano ante el portero Josele cruzó demasiado. En el minuto siguiente, quien se quedó solo ante Carmona fue Casalda, que tampoco supo culminar la ocasión, enviando el esférico fácil para el guardameta de la Segoviana.

GABI: “Ha sido un partido muy igualado entre dos equipos que tenemos el mismo objetivo que es el de entraR en el play off. Tras el descanso fuimos superiores”

La tónica del encuentro quedó marcada en esas dos acciones, ya que a cada acierto de un equipo creando una ocasión clara de gol, le sucedía la rápida respuesta de su oponente. A partir de la ocasión de Casalda, el Getafe B pasó a controlar mucho mejor los ataques de la Segoviana, con Dani Segovia demasiado solo referencia ofensiva, y el visitante Santi envió fuera un claro remate dentro del área culminando una contra. Apenas medio minuto más tarde la Segoviana dio la respuesta con un envío de Silva al corazón del área que el campo envenenó, obligando a Josele a esforzarse para detener el esférico una décima de segundo antes de que Segovia llegara para marcar el 1-0.

EL FILIAL SE HACE CON EL MANDO

El equipo local terminó la primera parte deseando que el colegiado señalara el descanso, y comenzó la segunda salvándose de milagro del 0-1, porque de nuevo Casalda eligió mal ante Carmona cuando se encontraba en una posición inmejorable para marcar. Como fue la norma durante todo el partido, la Segoviana respondió al golpe con otro, en una acción de Merencio dentro del área getafense que acabó con un remate raso y ajustado al palo que detuvo Josele.
Pero la ocasión azulgrana no ocultó la evidencia de que el Getafe había dado un paso adelante. Liderado por la exuberancia física y técnica de su mediocentro John, al que acompañaba un Santi con una labor más oscura pero igual de importante, el equipo de Gabi Fernández se hizo con el control del partido, aunque se dio de bruces con una Segoviana en la que Sergi Molina ha caído de pie, y David López jugó como si no se hibiera pasado medio año en blanco. Así, cuando Fer Llorente cayó lesionado (y se hizo un silencio sepulcral en La Albuera hasta que el ‘14’ logró ponerse de pie), la apuesta por el reparto de puntos no parecía precisamente lo más descabellado del mundo, aunque Plomer tuviera cerca el gol tras una falta botada por Merencio al segundo palo que el mallorquín remató fuera.

ÍKER, PURO FÚTBOL

Pero Ramsés no entiende de repartos, y agitó el árbol dando entrada a Rubén, a Pedro Astray… y al joven Íker, (‘Peke’ pone en su camiseta’) haciéndole debutar con media hora por delante para demostrar que tiene un sitio en el primer equipo. No era una apuesta precisamente defensiva, aunque en los primeros minutos no mejoró significativamente a la Segoviana, que no creaba ocasiones pero tampoco las recibía hasta que a cuatro minutos para el final, una falta de entendimiento entre Íker y Carmona tras una buena internada de Diego remontando la línea de fondo acabó con un incomprensible gol que parecía hundir a la Segoviana, y dejar al juvenil absolutamente desolado.

RAMSÉS: “El partido se nos ha puesto muy feo. Les hemos regalado el ponerse por delante, y lo más normal era que hubiésemos perdido, pero al final incluso pudimos ganar”

Pero el fútbol tiene estas cosas, y el equipo azulgrana sacó de centro y Rubén envió el balón en largo para que Sergi Molina lo peinara, Hugo Díaz lo pusiera a la carrera de Íker, y éste se redimiera de lo sucedido dos minutos antes con el gol del empate que puso la grada en ebullición. Tanta que la Segoviana se subió a la espuma y Plomer tuvo el 2-1 el recibir un gran envío de Silva al segundo palo, pero empalmó desviado. El reparto fue lo más justo, aunque al Getafe se le quedara la clásica ‘cara de bobo’ cuando te empatan un partido que te has puesto a favor casi al final. La misma cara que tenía la Segoviana dos minutos antes tras regalar un gol cuando habías defendido de cine durante ochenta y cinco minutos. Fútbol.