La Campaña de Riesgos Invernales de la Junta de Castilla y León comenzó este miércoles bajo el objetivo de garantizar la seguridad ciudadana, con la novedad este año de la puesta en marcha de 33 sensores de heladas, que se colocarán en diversos puntos donde haya más riesgo, un proyecto piloto que sirve para predecir la posibilidad de helada y hacer un uso «más eficaz» de los fundentes, según explicó la consejera de Movilidad, María González Corral.
El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y González Corral, mantuvo el martes una reunión con los delegados territoriales de la Junta para analizar los detalles de esta campaña que tiene como objetivo final, tal y como ambos consejeros manifestaron, «prevenir situaciones de riesgo y garantizar la seguridad, proporcionando una adecuada asistencia mediante la adopción de medidas de respuesta que minimicen los efectos negativos que puedan producirse». Tal y como subrayó Suárez-Quiñones en rueda de prensa, esta gestión se basa en cuatro pilares como son, «anticipación y prevención, información, colaboración ciudadana y coordinación».
La Consejería de Movilidad ha incrementado este año tanto los medios materiales como personales aportados al operativo de la Comunidad, llegando hasta los 469 profesionales (454 el año anterior), los 140 silos y almacenes de fundentes, 150 máquinas quitanieves y otro tipo de vehículos y maquinaria. Durante el pasado ejercicio, esparcieron 14.660 toneladas de fundentes durante 14.680 horas de trabajo.
Para el presente ejercicio se ha ejecutado un contrato que permite que ya estén funcionando nueve nuevos sensores de llenado volumétrico de silos de sal y depósitos de salmuera, otros 80 sensores de llenado con estación meteorológica y 33 estaciones meteorológicas con sensor de calzada para heladas.
