El cielo de Madrid fue una bolera de truenos en el festejo previo al día del patrón, San Isidro. Tarde gris, con aguacero incluido, que salvó en el último momento ‘Brigadier’, un toro bravo de Pedraza de Yeltes de vuelta al ruedo, al que el mexicano Isaac Fonseca cortó una oreja tras una importante actuación. Por su parte, el valenciano Román Collado ‘Román’ firmó una faena madura a un astado bipolar de embestidas pero con emoción y dio una vuelta al ruedo; al igual que el venezolano Jesús Enrique Colombo, aunque en este caso el reconocimiento fue de menor intensidad.
Había que esperar al final. El último ejemplar del festejo, un toro colorado, largo y profundo, dio un peso de 667 kilos en la báscula. ‘Brigadier’ de nombre. Fonseca se mostró generoso y le dio distancia en el tercio de varas, donde el picador Borja Lorente dejó un lucido puyazo, que fue jaleado por el público. El astado fue desarrollando virtudes, a medida que la cuadrilla del mexicano, compuesta por Juan Carlos Rey, Jesús Robledo ‘Tito’ y Raúl Ruiz ‘Cachorro’, fue cuidando la lidia y enseñando su comportamiento. Fonseca se percató y tiró de entrega con un explosivo inicio de rodillas y exigiendo después por bajo con muletazos hondos. Abrió el compás para vaciar las humilladas embestidas del animal. La emoción de un gran toro, con un dispuesto torero y un valor seco -no atropellado como en otras ocasiones-, que si bien faltó un punto para que fuera una actuación completamente redonda si fue una faena de mucha importancia, que finalizó tirándose con todo en la suerte suprema. Pese a pinchar y quedar dolorido, volvió a la cara del animal con franqueza y enterró el acero con precisión para cortar una oreja. Reconocimiento para la labor del mexicano, al igual que para el toro al que se dio la vuelta al ruedo.

Antes, Fonseca se encontró con un toro hondo, largo y con caja, que tuvo recorrido y reponía con genio. Una movilidad incierta e irregular, complicada de domeñar en la muleta. El mexicano intentó probarlo por ambos pitones pero no pudo terminar de acoplarse, también molestado por el viento.

UN MADURO ROMÁN
Abrió plaza un astado colorado, alto, largo, con caja y con romana -más de 600-, aunque dio la impresión de que todavía la cabían más kilos, al ser fino. Desprendió chispa en el segundo puyazo y después metió la cara con fuerza y fijeza en los capotes para terminar de entrar en materia con las avivadoras. Toro que no regaló nada, pese a que pronto evidenció su fuga en las suertes. Tuvo que aparecer un decidido Román para atemperar una embestida entregada a la vez que huidiza. Un comportamiento bipolar, pero con emoción. Fue a base de tandas cortas, con firmeza en los toques y mejor colocado, cuando el diestro valenciano mostró su madurez y dejó dos importantes series, aprovechando la transmisión del animal. Román cerró de un espadazo entero al segundo intento y dio una vuelta al ruedo.
El segundo de su lote, otro toro de kilos y volumen, empujó en el caballo, pero en la muleta apenas ofreció opciones. Román no tuvo posibilidad de lucimiento pero puso en liza una versión de torero hecho en sazón, pese a estrellarse a espadas.

COLOMBO, MÁS VOLUNTAD QUE ENTENDIMIENTO
Con el primero del lote de Colombo, el picador Israel de Pedro protagonizó un vistoso tercio de varas, donde el ejemplar demostró codicia, pese a partirse un pitón. Sin embargo, pronto se vino abajo tras recibir capotazos en exceso en el turno de quites y un vaivén de carreras en banderillas, donde el venezolano mostró más poderío que pureza en la ejecución. Mostró buen son el toro de Pedraza de Yeltes en el embroque, aunque le faltó un punto de transmisión. Colombo estuvo variado y voluntarioso en un trance sin eco, en el que la lluvia dispersó una parte de las localidades del coso venteño y plastificó los tendidos con chubasqueros y paraguas. El diestro fulminó al astado con un estoconazo y asomaron algunos pañuelos impermeables. Al final, dio una vuelta al ruedo.
Después, evidenció sus facultades físicas en banderillas, con un toro con más chasis que cuajo, que previamente fue mal picado. Tuvo casta y no fue fácil, pero Colombo no terminó de dar con la conjunción con el animal y cumplió el trámite con efectividad con el acero.
FICHA
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Quinto festejo de la Feria de San Isidro. 17.782 espectadores. Toros de Pedraza de Yeltes, desiguales de presentación, con caja y kilos. Hubo tres astados con opciones, primero, segundo y el gran sexto, ‘Brigadier’, de vuelta al ruedo.
Román Collado ‘Román’, vuelta al ruedo (aviso) y silencio (aviso).
Jesús Enrique Colombo, vuelta al ruedo (aviso) y silencio.
Isaac Fonseca, silencio y oreja (aviso).
Saludaron los banderilleros Juan Carlos Rey, Jesús Robledo ‘Tito’ y Raúl Ruiz ‘Cachorro’ y el picador Borja Lorente en el sexto.
