La Liga Avispa Calixta cerró sobre la pista del Frontón Segovia su decimonoveno año de vida con 280 jugadores disfrutando del baloncesto y sus familiares haciéndolo desde la grada, bajo la organización de un CD Base que durante casi todos los fines comprendidos desde el mes de noviembre hasta mediados de marzo ha puesto a más de una decena de integrantes del club al servicio de la promoción del baloncesto entre los más jóvenes, los de la categoría baby y benjamín, que han fallado muy pocos días. Porque cuando un deporte engancha, lo hace de verdad.

En la mañana del sábado, y con la presencia de los representantes de las instituciones y las empresas colaboradoras se llevó a efecto la última jornada de las quince que han compuesto una ‘competición’ que no tiene ni clasificaciones ni vencedores, porque esa no es la filosofía de esta liga. “Lo que buscamos es ofrecer a los jugadores una base para que empiecen a conocer este deporte. Llevamos un control del acta de puntos pero es interno, y lo único que queremos es que los chicos empiecen a conocer cómo funciona este deporte y que tengan una base en el caso de que quieran continuar jugando en las ligas superiores”. Quien así habla es Mario Callejo, uno de los responsables de la Avispa Calixta en su edición de 2024, que ha contado con 26 equipos repartidos entre colegios como el Claret, La Lastrilla, Maristas, Aneja (junto a Spordeporte), Cuéllar y Diego de Colmenares, y clubes como el Independiente, o el CD Base.

Las normas, adaptadas a la edad de los jóvenes jugadores, permiten que el juego sea mucho más dinámico y así poco a poco los niños y niñas que salen a jugar se dedican precisamente a eso, a jugar, para paulatinamente ir aprendiendo a botar con una mano, a no dar más pasos sin botar de los reglamentarios, o a taponar solamente tocando el balón. La evolución de los participantes con respecto a las primeras jornadas es más que evidente, y lo normal es que quien juegue un año, repita al siguiente. Tanto es así que la organización aspira a llegar a los 300 participantes para celebrar una vigésima edición de una Liga que se ha convertido en la base de la pirámide del baloncesto de Segovia.

