El gobierno municipal teme que la Junta de Castilla y León deje fuera a la ciudad en el primer reparto de fondos europeos destinados a la sostenibilidad turística. En este sentido, el concejal Miguel Merino, que este miércoles se entrevistó con la directora general de Turismo de Castilla y León, Estrella Torrecilla, confirmó la sospecha de que el Gobierno autonómico quiere priorizar el turismo rural frente al urbano en la convocatoria extraordinaria lanzada por el Ministerio el pasado 30 de julio y en el que la Comunidad Autónoma llevará acabo una primera selección.
Merino no se muestra muy optimista pero todavía espera que los responsables de la Junta recapaciten de aquí al próximo lunes, día 30, cuando está previsto que la Consejería de Cultura y Turismo presente su Plan Territorial de Sostenibilidad Turística en Destino de Castilla y León.
“Quiero ver negro sobre blanco qué se plantea el lunes porque si ocurre, como con las ayudas para polígonos industriales, a las que solo pueden acceder municipios de menos de 20.000 habitantes, aunque queramos no tenemos cabida”, explica el edil socialista.
Indica que la directora general le ha comentado “algunas pinceladas” durante la reunión celebrada en Valladolid pero también ha sugerido que la capital segoviana presente su candidatura a la convocatoria extraordinaria de 2022 o 2023, también con fondos europeos.
El concejal segoviano explica que Segovia, al igual que otras ciudades, lleva trabajando muchos meses en un plan de sostenibilidad turística y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, abrió la convocatoria extraordinaria el 30 de julio en base a una estrategia que identifica tres categorías de destino: turismo de sol y playa, turístico rural y turístico urbano. Dentro de esta última incluye la subcategoría de ‘Ciudad con identidad turística’, con población entre 150.000 y 20.000 habitantes y alta concentración de recursos con potencialidad turística o cascos históricos de alto interés turístico, incluyendo los declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
“Es inquietante —sostiene Merino—que a 20 días de que finalice el plazo de presentación de candidaturas, y un mes después de la convocatoria, aparezcan nuevos requisitos”.
Sin consulta
Afirma también que “hubiera sido bueno que la Junta consultara al territorio antes de elaborar su propuesta. No porque consideremos que haya que priorizar a las ciudades; todo lo contrario, creemos que no es el momento de generar divisiones o desunir”.
Abunda en este argumento, al decir que, en un momento de crisis en el sector turístico, “en el poquito tiempo que llevo de gestión en este área me he dado cuenta de que o entramos en una colaboración continua del medio urbano con el rural o de manera aislada no tiene sentido trabajar”.
Insiste: “Quien alquila una casa rural en Collado o Navafría viene a pasar el día a la capital, a ver monumentos o a comer en sus restaurantes, y el que viene a la ciudad por la mañana, acaba por la tarde tomando un café en La Granja o Pedraza o en Cuéllar de camino a su casa de Valladolid”.
Por otro lado, cuestiona la gestión con un plan de sostenibilidad que deje al margen a las ciudades y recalca que “donde hay más impactos es en el feedback turismo urbano/turismo rural”.
