El Ayuntamiento de Segovia anunció una modificación significativa en el proyecto de renaturalización de las plazas de Nueva Segovia, Plaza Bécquer, Tirso de Molina, Fernando de Rojas y Calderón de la Barca, tras integrar las aportaciones realizadas por los vecinos del barrio. La intervención, enmarcada en el proyecto ‘Espacios de oportunidad: Acueductos de biodiversidad’ y financiada en gran parte por los fondos europeos Next Generation a través de la Fundación Biodiversidad, reducirá la supresión inicial del cincuenta por ciento de las plazas de aparcamiento a un dieciocho por ciento, tras un proceso de participación ciudadana.
El proyecto, presentado por el Ayuntamiento de Segovia en diciembre de 2022, es una iniciativa destinada a mejorar la biodiversidad urbana y los espacios verdes de la ciudad. Con un presupuesto total de 4 millones de euros, de los que 3,8 millones provienen de una subvención europea, esta propuesta incluye diversas intervenciones en barrios como La Albuera y el Valle del Tejadilla, además de las cuatro plazas de Nueva Segovia: Tirso de Molina, Fernando de Rojas, Bécquer y Calderón de la Barca.
En el nuevo proyecto, realizado con las aportaciones vecinales, se deja establecido que de los 585 estacionamientos que existen actualmente, se mantendrán 474
El plan inicial preveía una transformación radical de estas plazas, pasando de espacios dominados por el asfalto y el hormigón a áreas de biodiversidad y esparcimiento con vegetación que reduzca el calor ambiental, el ruido urbano y la contaminación. Sin embargo, el rediseño también suponía la eliminación de la mitad de las plazas de aparcamiento, lo que generó una fuerte oposición vecinal en el barrio.
Ya en octubre de 2024, vecinos y comerciantes de Nueva Segovia manifestaron su preocupación por el impacto del proyecto en el aparcamiento, indispensable para la vida diaria y la actividad comercial del barrio. Bajo el lema ‘Aparcar es un derecho. ¡No lo pierdas!’, se inició una campaña de recogida de firmas en los comercios locales y una activa discusión en redes sociales. Los residentes también se quejaron de la falta de información y comunicación del Ayuntamiento sobre un proyecto impulsado por el gobierno anterior, liderado por el PSOE e Izquierda Unida.
UNA REUNIÓN QUE LO CAMBIA TODO
La situación llevó a que el nuevo equipo de gobierno, convocara una reunión informativa el pasado 21 de noviembre. Este encuentro, en el que se pudo comprobar la implicación ciudadana puesto que más de 150 vecinos tomaron parte en la reunión con los responsables municipales y los de Tecnigral, empresa adjudicataria del proyecto, supuso un punto de inflexión, puesto que los residentes aportaron sugerencias para minimizar la eliminación de plazas de aparcamiento, equilibrando las necesidades del barrio con los objetivos del plan.
Gracias a las aportaciones vecinales, el Ayuntamiento revisó el proyecto, logrando una reducción drástica en la supresión de plazas de estacionamiento. De las 585 plazas existentes entre las cuatro plazas de Nueva Segovia, se conservarán 474, eliminándose solo 111, lo que representa un 18% del total. Esta cifra contrasta con la previsión inicial de eliminar la mitad de los aparcamientos.
El Ayuntamiento aprovechará las obras, que deben acabarse antes de 2026, para renovar el alumbrado y la red de abastecimiento de agua
El nuevo diseño prioriza la conservación de los estacionamientos mientras transforma las plazas en espacios arbolados, accesibles y agradables para el esparcimiento. Entre las mejoras destacan la ampliación de zonas verdes, la inclusión de corredores vegetales y la instalación de mobiliario urbano para descanso. Además, se renovarán el alumbrado y la red de abastecimiento, eliminando tuberías de fibrocemento.
El concejal de Sostenibilidad Ambiental, Medio Ambiente, Gabriel Cobos, señaló tras la presentación del nuevo proyecto que “hemos trabajado plaza por plaza, cogiendo ideas de los vecinos”, mostrando a los medios los planos del estado actual de la plaza, el que quedaría si se hubiera mantenido el proyecto original, y el que queda tras las aportaciones vecinales.
PLAZA CALDERÓN DE LA BARCA
Se va a reducir el ancho de las aceras para ganar espacio en el centro, creando también zonas de paso para personas con movilidad reducida. Y la novedad con respecto al proyecto primigenio es que se van a ganar plazas de aparcamiento en los laterales y en el centro. Esta plaza tiene 81 plazas de aparcamiento, con la modificación se quedará en 68 plazas, quitándose el 16 por ciento de las mismas.
PLAZA FERNANDO DE ROJAS
Se situará un paso de peatones en el centro de la plaza, y se instalarán pasos para personas con discapacidad, reduciéndose el ancho de la acerca para ganar espacio en el centro donde se plantarán árboles adultos. Al igual que en la plaza anterior se ganarán plazas en los laterales y en el centro. Esta plaza tiene actualmente 169 plazas de aparcamiento y se queda en 140 plazas, eliminándose el 21% de las plazas.
PLAZA TIRSO DE MOLINA
Ha sido la más conflictiva de todas. De nuevo se ganarán zonas de accesibilidad con dos pasos de peatones en el centro y se recolocarán las aceras para ganar espacio en el centro. La intención municipal es permitir que las terrazas de hostelería puedan situarse en el centro con lo que se ganarían plazas de aparcamiento, algo que ya se ha hablado con los hosteleros de la zona. Se creará una zona de carga y descarga en la zona norte de la plaza que tiene 160 plazas, y se quedará en 140, suprimiéndose un 12%.
PLAZA BÉCQUER
En sintonía con las otras tres, se ganará en accesibilidad y pasos de peatones y en seguridad para las salidas de garajes. Tiene actualmente 165 plazas y se quedará en 124 lo que supone un 24%.
En números totales, de 585 plazas que existen en la actualidad, se mantendrán 474 y se quitarán 111 cuando antes se pretendían suprimir 313.
El proyecto tiene como fecha límite de ejecución el 31 de diciembre del año en curso. Para garantizar su cumplimiento, el Ayuntamiento se ha comprometido a mantener un diálogo abierto con los vecinos y comerciantes de Nueva Segovia, asegurándose de que sus inquietudes sean atendidas durante el proceso.

«UN EJERCICIO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA»
El alcalde de Segovia, José Mazarías, destacó que “este cambio es el resultado de un ejercicio real de participación ciudadana”, subrayando que el objetivo del proyecto sigue siendo mejorar la calidad de vida en el barrio sin perjudicar las necesidades cotidianas de sus residentes.
“Queríamos recibir las aportaciones vecinales, pero sin salirnos nunca de los mínimos que marca la Fundación Biodiversidad, que es la que subvenciona este proyecto que también incluye proyectos en otros puntos de la ciudad. Y en ese trabajo para reducir ese desmesurado número de plazas de aparcamiento a suprimir que aceptó el Partido Socialista, han sido indispensables las aportaciones de los vecinos”, afirmó el alcalde, que mostró su satisfacción por el resultado final, “en el que se ha llegado a un equilibrio casi perfecto a nuestro parecer entre lo que debe ser el proyecto de renaturalización y las aportaciones vecinales”. No le faltó un punto de crítica a la “contradicción y obcecación por parte de algunos miembros de la Asociación de Vecinos que han visto el proyecto, han hecho sus aportaciones y ahora nos dicen que “‘se haga el proyecto pero que no se haga nada’”.
LA REGLA ‘3-30-300’

En un contexto en el que el seis de cada diez ciudadanos de la Unión Europea 62% viven en áreas con insuficientes espacios verdes según ISGlobal, la necesidad de renaturalizar las ciudades se ha vuelto una prioridad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las áreas verdes de al menos 0,5 hectáreas estén ubicadas a un máximo de 300 metros en línea recta de cada hogar.
Ante esta creciente evidencia, el silvicultor urbano Cecil Konijnendijk, director del Instituto de Soluciones Basadas en la Naturaleza de la Universidad de Columbia Británica, propuso hace años la regla 3-30-300, un modelo que busca establecer estándares mínimos de espacios verdes en las ciudades para mejorar la calidad de vida.
La regla se centra en tres principios clave:
1. Tres árboles visibles desde cada hogar: Los ciudadanos deberían poder observar al menos tres árboles desde las ventanas de sus casas. Este simple contacto visual con la naturaleza puede tener un impacto significativo en la salud mental, reduciendo el estrés y mejorando el estado de ánimo.
2. Treinta por ciento de cobertura vegetal en cada barrio: Esto implica que al menos el treinta por ciento de la superficie del vecindario esté cubierta por árboles o vegetación. Una mayor presencia de vegetación contribuye a mejorar los microclimas, reduciendo las temperaturas extremas, disminuyendo la contaminación del aire y mitigando el ruido urbano. Además, fomenta la convivencia al aire libre y promueve la actividad física.
3. Trescientos metros de distancia a un espacio verde: Cada hogar debería tener un área verde accesible en un radio de 300 metros. Esto facilita el uso recreativo, fomenta actividades saludables como caminar y permite a las personas disfrutar de la naturaleza sin grandes desplazamientos.
Cabe señalar que el barrio de Nueva Segovia es uno de los que cuenta con la mayoría de viviendas que cumplen esta regla.
