La progresiva apertura de las terrazas hosteleras en los pueblos de menos de la provincia sirvió para hacer un anticipo de lo que será hoy lunes el comienzo de la fase 1 en Segovia. Pero también mostró un ambiente distinto en toda la zona rural, donde desde el viernes estaban permitidas, como otras actividades propias de la fase 2.
La apertura fue acogida con sorpresa y también con agrado por parte de los clientes, que sintieron con ello nuevos aires de libertad y normalidad tras más de dos meses de confinamiento.
Así el fin de semana supuso un paso en la desescalada. En casi todos los lugares transcurrió con normalidad. Tan solo se registró el sábado por la tarde un pequeño incidente en un establecimiento de San Cristóbal de Segovia, donde la demanda de espacio superó a la oferta del establecimiento, y fue precisa la presencia de la Guardia Civil. La confusión llegó incluso de manos de la propia norma dictada por Sanidad, puesto que no permite esta y otras actividades en localidades de menos de 10.000 habitantes que tentan una densidad poblacional superior a 100 personas por kilómetro cuadrado, tasa que superan cuatro pueblos de la provincia.
