La dimisión de Clara Luquero como alcaldesa de Segovia se produce a un año escaso de las próximas elecciones municipales. Como si fuera una novela de Gabriel García Márquez, era la crónica de una muerte anunciada.
La todavía alcaldesa hará efectiva su dimisión en el próximo pleno municipal del 27 de mayo, y nombrará como sucesora a Clara Martín, del mismo partido y actual concejal de Urbanismo, que en palabras del portavoz del PP, Pablo Pérez, supone una vergüenza por que el nombramiento de la sucesora lo es sin haber sido elegida. Algo en lo que coincidimos, pero no en la hipocresía que, una vez más, el PP destila por los cuatro costados. Y es que la hemeroteca es una cura de humildad para muchos, y en este caso, al portavoz del PP debemos recodarle la dimisión en la alcaldía de Madrid de Alberto Ruiz-Gallardón, al ser nombrado ministro de Justicia por Mariano Rajoy, y nombrar como sucesora a Ana Botella, Teniente Alcalde en ese momento, y mujer del expresidente del Gobierno José María Aznar.
El silencio, a veces, es una virtud, pero hoy pocos lo cultivan porque su egocentrismo y sus ganas de figurar pueden más.
Sea como fuere, en lo político, la gestión de Clara Luquero al frente del Ayuntamiento de Segovia es decepcionante. Sus ocho años de gestión han provocado un retroceso a la prosperidad y futuro de Segovia. En lo personal, desearle de todo corazón el mejor de los futuros, siempre he recibido un trato muy respetuoso por su parte y se lo agradezco enormemente, especialmente por la situación política actual.
Clara Martín poco cambiará la política del PSOE y sus socios en Segovia
Ante esta situación nos encontramos ante una ciudad, Segovia, que hasta el año que viene, cuando se produzcan las elecciones municipales, seguirá gobernado por la izquierda, bajo la regencia de Clara Martín, que si me lo permiten, poco cambiará la política del PSOE y sus socios en Segovia, y que sólo servirá como lavado de cara en pos de las próximas elecciones municipales. Una maniobra política para caer en la trampa, pero que los segovianos, hartos, no comprarán.
Recordemos que en la elecciones de mayo de 2019 El PSOE consiguió 10 escaños, el PP 9, C´S 3, IU, 2 y Podemos 1, dando la mayoría a la izquierda, y, por tanto la alcaldía. Vox se quedó a escaso 30 votos de conseguir el escaño, es decir, de haber posibilitado un cambio de rumbo en la capital. Pero claro, el argumento espúreo utilizado por alguno partidos del “voto útil” llevó a Segovia a sucumbir 4 años más ante el yugo de la izquierda.
Vox ha demostrado que es el verdadero voto útil, lo fue en Andalucía con 12 diputados, sacando a Susana Díaz y el resto de cuatreros del Palacio de San Telmo; lo fue en las elecciones generales de noviembre de 2019, consiguiendo 52 diputados, y gracias a ese número, presentar y ganar los recursos de inconstitucionalidad y amparo al TC por el estado de alarma ilegal y el cierre del Congreso; y lo ha sido también en la elecciones autonómicas de Castilla y León, donde se han obtenido 13 escaños que han permitido un Gobierno de coalición y prosperidad con el PP para los castellanos y leoneses.
El próximo 19 de junio, en las elecciones de Andalucía, Macarena Olona ha tomado la muleta y el estoque para ejecutar la suerte de todos los andaluces, que será la de todos los españoles. De esta forma, Vox se convierte en la alternativa de millones de españoles. Segovia espera la suya en mayo de 2023.
(*) Diputado Nacional de Vox por Segovia.
