La alcaldesa de Carrascal del Río, Henar de Pablo San Ignacio (PSOE), asegura que esta legislatura ha sido la más difícil de las cuatro en las que ha gobernado. A pesar de que la mayoría de las acciones se han orientado a luchar contra la pandemia y contra otros imprevistos, se enorgullece de la reacción solidaria de los vecinos ante las duras circunstancias. Así, ya pone la vista en la recuperación de la vida del pueblo, la que confía que sea en poco tiempo.
“Han sido años perdidos en el sentido en que no se hicieron muchas cosas más allá de las medidas para enfrentarnos a la pandemia”, lamenta la regidora. A ello se suma la preocupación por la gran cantidad de personas enfermas que ha habido en el municipio a lo largo de los meses. “No sé si por el Covid, pero este año sí ha fallecido bastante gente joven y todavía seguimos encogidos por ello”, añade.
Carrascal fue pionero en la creación de ‘packs anticovid’ para repartir a sus vecinos, que incluían mascarillas, un par de guantes y gel hidroalcohólico. Una iniciativa que pronto siguieron otros pueblos de la zona. A esto se suma el gran trabajo desinteresado de un grupo de mujeres de la localidad que se adhirieron al ‘Batallón de Costura’ y durante semanas confeccionaron batas y mascarillas para los sanitarios.
De Pablo recuerda el brote de coronavirus que asoló el municipio el verano pasado como “uno de los momentos más amargos” de su actual legislatura. Esta situación le obligó a tomar una medida drástica, que fue pedir el autoconfinamiento a todos los vecinos para prevenir una peor situación y salvar vidas. No obstante, se enorgullece de la “unión y solidaridad” que mostraron todos los carrascaleños en el periodo de cuarentena. “Salió lo bueno de las personas, nos preocupábamos mucho unos de otros”, pone en valor De Pablo.
Esto se debe a que, en los primeros instantes, la alcaldesa recibió multitud de llamadas de personas que se ofrecían voluntarias para ayudar en cualquier tarea. “Cada uno tenía adjudicada una o dos casas en cuarentena para ocuparse de llevar comida o medicinas”, designa la corregidora.
“Salió lo bueno de las personas, nos preocupábamos mucho unos de otros”
Esta mala experiencia ha provocado que este verano se esté “cogiendo con pinzas”, como refiere. Y es que, en el mismo mes del brote, surgió otro imprevisto. Carrascal fue declarado como ‘zona catastrófica’ a causa de las fuertes tormentas que asolaron el municipio. Se contabilizaron inundaciones que obligaron a cortar tramos de carretera de acceso al pueblo y, a su vez, arrastraron árboles y todo tipo de vegetación. No obstante, este gasto ya se ha podido sufragar con ayudas estatales.
Por tanto, estos dos años de mandato han estado orientados a la superación de dificultades. A pesar de ello, los proyectos han remontado en los últimos meses. Así, se ha asfaltado el camino desde la carretera al cementerio y tres calles de la localidad, se han vuelto a poner en marcha las obras de arreglo del frontón municipal y, por otro lado, las de construcción de la pista de pádel.
Volver a levantarse
La alcaldesa no quiere anticipar el futuro, pero una de las próximas medidas apuntadas en su agenda es el cambio de algunas farolas para la instalación de luces led. Y, con gran prioridad, “volver a recuperar el panorama cultural y de festejos que teníamos”, asevera De Pablo. No solo se refiere a las fiestas patronales en verano, sino también a carnavales, Semana Santa o las hacenderas, entre otros.
La reactivación de la vida del pueblo es uno de los propósitos clave de la corporación municipal en lo que resta de legislatura. Desde el Consistorio, están muy agradecidos de que algunas familias que solo venían en fines de semana hayan decidido quedarse a vivir en la localidad a raíz de la pandemia. Además, con una ayuda de Codinse, “vamos a reconvertir las antiguas escuelas en una vivienda para intentar atraer a gente”, sostiene.
Por otra parte, los alojamientos rurales del municipio han empezado a recuperar su actividad en las últimas semanas. Además, Carrascal cuenta con la pedanía de Burgomillodo, muy popular por su embalse y su afortunado enclave en el Parque Natural de las Hoces del Duratón. Por tanto, el turismo es algo fundamental para la supervivencia de los negocios del lugar.
Por el momento, el Ayuntamiento no puede anunciar la celebración de las fiestas de agosto, pues es un hecho que se está analizando semana a semana. Aún están pendientes de las directrices que tiene que emitir la Junta. Pero no descartan organizar alguna actividad cultural y, sobre todo, para los niños.
