El barrio de La Albuera —el espacio situado entre el colegio público Eresma y la ciudad deportiva— acogerá nuevamente el recinto ferial para las fiestas de San Juan y San Pedro. El terreno, que se viene utilizando desde 2017 de manera provisional para esta función, a la espera de una mejor localización y con mejores condiciones, se ha desvelado insuficiente en superficie y muy deficiente en cuanto a los servicios que presta, especialmente a los feriantes, que no ocultan su desagrado por el polvo, el barro y otros inconvenientes que sufren, como la obligatoriedad de alquilar generadores para disponer de energía eléctrica. Lo mejor, dicen, es que está dentro del núcleo urbano, con facilidad de acceso para toda la ciudadanía.
Los vecinos de La Albuera no lo ven de la misma manera, pues ya desde el primer año señalaron problemas de aparcamiento en la zona, así como suciedad y ruido, e incluso de seguridad en alguna ocasión, aunque saben que solo son dos semanas y no es una ubicación definitiva.
El 21 de abril la alcaldesa, Clara Luquero, firmaba un decreto con instrucciones para la distribución, reserva y adjudicación de espacios, así como la autorización para la instalación de atracciones, aparatos feriales, casetas y puestos en los terrenos de este Real de la Feria de cara a las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro este año 2022.
Con anterioridad, el 3 febrero, había firmado otro decreto para autorizar la ubicación del recinto ferial entre el 13 de junio y el 1 de julio, incluyendo los días de funcionamiento de la feria, y los necesarios para el montaje y desmontaje de la misma, en los citados terrenos, de propiedad municipal, así como “la realización del acondicionamiento necesario para su utilización con esa finalidad”. Esto último todavía no se ha llevado a cabo y, de hecho, dos grandes charcos, situados junto al Colegio Eresma, son en este momento, a semanas todavía de las fiestas, la carta de presentación del que será Real de la Feria.
El decreto de abril se publicó en el tablón de anuncios del Ayuntamiento el día 22 y fijaba como plazo para que los feriantes presentaran las solicitudes de parcela, y la documentación requerida, desde el día siguiente; es decir, el 23 de abril y hasta las 14 horas del día 29 de ese mismo mes.
La concejala de Seguridad y Ocupación de vía pública para eventos, Raquel de Frutos, ha informado de que el número de solicitudes presentadas ha ascendido a 56, muy inferior a la oferta de espacios disponibles, 165, aunque indica que el Ayuntamiento sigue admitiendo solicitudes hasta la adjudicación definitiva, “como viene siendo habitual”.
En este sentido, el decreto de instrucciones especifica que primero presentarán su solicitud los feriantes con antigüedad, siempre que asistan a las fiestas de manera consecutiva, por lo que este año se toma como referencia 2019, ya que en 2020 y 2021 no hubo feria.
Primero, por lo tanto, se adjudicarán espacios a los solicitantes preferentes y, si queda espacio libre, el Ayuntamiento recibirá nuevas solicitudes de instalación para adjudicar las parcelas disponibles aunque también podría optar por no ocupar las parcelas desiertas.
De Frutos ha explicado que, antes de la publicación de las instrucciones y plazos en el tablón de anuncios, la oficina municipal de Obras, Infraestructuras y Servicios había recibido un total de 83 propuestas de feriantes interesados y los servicios técnicos se han puesto en contacto con ellos para indicarles el procedimiento a seguir.
En este momento la concejala comenta que no ha tenido acceso todavía a la información discriminada en cuanto al tipo de actividad de los primeros solicitantes.
El Adelantado se ha puesto en contacto con uno de los asistentes del sector de hostelería en 2019, que el miércoles de la semana pasada comentó que no habían tenido conocimiento de la apertura del plazo de solicitudes.
La incertidumbre es grande después de dos años sin feria por la pandemia de covid, ya que esta ha afectado de forma muy importante desde el punto de vista económico a este sector cultural y de ocio. A eso se suma el hecho de que, aunque no sea una norma escrita, entre los feriantes hay un respeto absoluto por la costumbre, por la antigüedad de atracciones en cada ciudad. Así, por ejemplo, hay feriantes de la provincia que nunca han estado en la capital segoviana en las fiestas de junio “por tradición y respeto a los de mayor antigüedad”, afirman.
Distribución
La disponibilidad de parcelas es similar a la de años anteriores. La oferta más numerosa es, como siempre, para puestos ambulantes, distribuidos en tres zonas diferentes (Izquierdo, Derecho y Norte). Estos espacios suman en total 98 (34 en el lado Izquierdo, 23 en el Derecho y 41 en el Norte), entre los 3 y los 15 metros lineales disponibles, aunque en la zona Norte son todos homogéneos, de 5 metros.
Las parcelas para atracciones de adultos son 12 y la más extensa tiene 1.125 metros cuadrados (45 x 25), a distancia de las dos que alcanzan o superan los 400 metros cuadrados. Las dos más pequeñas tienen 64 metros de superficie.
En cuanto a las atracciones infantiles, la oferta municipal es de 22 espacios, en este caso de superficies homogéneas, entre cerca del centenar de metros cuadrados y los 252 que tiene la parcela más grande para esta tipología.
Diez son los espacios reservados para hostelería. Hay uno de 810 metros cuadrados y el resto oscilan entre los 70 y los 300 metros. Por último, hay 23 parcelas para casetas de feria y dos de ellas figuran “en reserva”.
Los solicitantes deben tener en cuenta, además de la superficie de la caseta, los vuelos de las atracciones y cualquier elemento ajeno a las mismas, necesario para el funcionamiento: escaleras, taquillas, etc.
Calendario
La primera relación de feriantes admitidos se publicará el próximo viernes, día 13. Al día siguiente se abrirá un plazo para alegaciones que finalizará el 17 para proceder a publicar la lista definitiva de admitidos el 19. Sin embargo, el plazo para adjudicar el espacio sobrante, en su caso, se extiende hasta el 27 de mayo. El plazo para el montaje de atracciones, casetas, etc. comenzará el 13 de junio, de manera que cuatro días después, el 17, se abrirá el ferial al público y permanecerá hasta el día de San Pedro, el 29. Los feriantes tendrán dos días para desmontar: el 30 de junio y el 1 de julio.
Tasas
Desde que en 2017 se comprobó la necesidad para muchos feriantes del alquiler de generadores para el funcionamiento de sus negocios, el Ayuntamiento aplica una rebaja del 60% como norma general en la tasa por ocupación de vía pública, que se eleva al 70% para hostelería “por el mayor gasto de cámaras frigoríficas”. De esta manera, las atracciones de adultos pagarán este año 2,80 euros por metro cuadrado; 2,29 las atracciones infantiles, 1,72 hostelería y 20,18 por metro lineal las casetas y puestos de venta ambulantes. Por aparcamiento de caravanas se aplica una tarifa plana de 100 euros por vehículo, que incluye conexión a redes de abastecimiento y saneamiento.
Horario y ruido
Las instrucciones publicadas en el tablón de anuncios del Ayuntamiento recogen una serie de obligaciones y prohibiciones, así como medidas de seguridad y prevención de riesgo, horarios y niveles sonoros máximos.
Sobre estos últimos, el horario de cierre entre los días 19 y 23 de junio, ambos inclusive, así como los días 26 y 27 de junio, será la una de la madrugada, y el nivel sonoro máximo permitido será de 85 decibelios hasta las 0 horas, mientras que desde ese momento y hasta el cierre, a la una de la madrugada, estará prohibido el funcionamiento de instalaciones, así como la reproducción y/o ampliación de sonido, con la excepción de las actividades que requieren de un micrófono para su funcionamiento, como tómbolas, bingos o similares, que tendrán que limitar a un máximo de 75 decibelios el sonido que emitan.
La víspera de San Pedro, el 28 de junio, así como ese día festivo (29), el horario de cierre se extenderá hasta las 3 de la madrugada, y los viernes 17 y 24 de junio y los sábados 18 y 25 de ese mismo mes, hasta las 3,30 horas. En estos casos, entre las 0 horas y las 2 horas, el nivel máximo de sonido se situará en 75 decibelios y a partir de las 2 estará prohibido el funcionamiento de atracciones y la reproducción de sonido salvo para las que necesiten micrófono, donde estará limitado igualmente a 75 decibelios.
Fuentes municipales indican que estos horarios no son de obligado cumplimiento, ya que hay negocios de feria que podrán cerrar antes si así lo consideran oportuno.
Elección controvertida
El gobierno municipal sorpendió a principios de año cuando incluyó en el presupuesto una partida para ampliar el Centro de Transportes en 32.700 metros cuadrados, una inversión de 1,2 millones de euros que además de responder a las aspiraciones del sector del transporte por carretera de la provincia que lleva años demandado espacio para un centro logístico, permitirá, según los responsables municipales, utilizar parte de la ampliación como aparcamiento disuasorio y también para albergar el futuro recinto ferial.
Con esto último, el equipo de gobierno, y concretamente la concejala de Urbanismo, Clara Martín, llamada a ser la nueva alcaldesa —precisamente su nombramiento coincidirá con los días previos a las fiestas de la ciudad— pretende poner fin a la situación de “provisional” que aqueja al Real de la Feria desde hace décadas y, además, responde a la demanda tanto de los diferentes grupos políticos en sucesivos mandatos como de la ciudadanía, que llegó a incluir el recinto ferial en ediciones pasadas de los Presupuestos Participativos de Segovia.
Pocos segovianos quedarán con vida que recuerden que los feriantes se instalaban a principios del siglo pasado en la Plaza Mayor, que después pasaron al Paseo del Salón, de allí a la zona del ‘Camino Nuevo’ —hoy paseo de Ezequiel González— en el entorno de los Jardinillos de San Roque para finalizar durante varias décadas del siglo pasado en ‘las eras’, junto al Cuartel de la Guardia Civil, donde actualmente se encuentra el parque de la Dehesa y después y hasta 2017 junto al barrio de Nueva Segovia hasta que el desarrollo del nuevo barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra, y sobre todo infraestructuras como el nuevo edificio de juzgados todavía en ejecución, obligó a trasladar el ferial a La Albuera.
La elección del Centro de Transportes no es del agrado de la oposición, que ve más inconvenientes que ventajas, y tampoco ha sido recibida por una mayoría de feriantes contraria alejar la feria de los núcleos urbanos.
Hay que tener en cuenta, además, que conlleva una serie de trámites urbanísticos todavía pendientes y la concejala responsable de la ocupación en vía pública para eventos, Raquel de Frutos, cuando afirma que “esperamos que este sea el último año en La Albuera” lo hace en un tono que más parece una plegaria que una constatación de la realidad.
La concejala de Urbanismo ha explicado que la ampliación del Centro de Transportes se concretará merced a la cesión de tres parcelas vinculadas al plan parcial de la SG-20, que contempla la creación de un área comercial en las proximidades de las actuales instalaciones. Los promotores ya han presentado el proyecto de urbanización y reparcelación y cuando el Ayuntamiento apruebe el proyecto, tienen que ceder las parcelas libres de cargas, que se corresponden con el suelo que ocupaba la antigua fábrica de Klein.
Una vez conseguidas las parcelas, el Ayuntamiento tendrá que modificar la concesión al Centro de Transporte para poder disponer al menos de 18.000 metros cuadrados para albergar el recinto ferial o como aparcamiento disuasorio, lo que comportará un delicado proceso administrativo cuya tramitación determinará la posibilidad de poder emplear este espacio conforme al deseo del equipo de gobierno.
Martín señaló en febrero que la intención es “intentar llegar a las ferias de 2023” para poder emplear este recinto, pero reconoció que “no podemos garantizarlo al cien por cien porque hay mucha tramitación administrativa”.
La ubicación del futuro recinto ferial a varios kilómetros del centro de la ciudad es uno de los principales obstáculos y la edil reconocía que es un lugar “un poco desangelado”, aunque el Ayuntamiento habilitará un sistema de transporte a base de lanzaderas con los barrios.
Martín recuerda que ya cuando se trasladó el ferial a Nueva Segovia hubo controversia y también ocurrió algo parecido con el Centro Comercial Luz de Castilla, “y al final todo se armonizó”.
