Europa Press / valladolid
Concha Velasco se ha convertido en una “institución” al recibir “con responsabilidad y agradecimiento” la Medalla de Oro de la ciudad de Valladolid, un galardón que ha dedicado a su madre, Concepción Varona García de Mardones, el “ejemplo” de su vida, y que recibió ayer de manos del alcalde, Óscar Puente, sobre las tablas del Teatro Calderón, donde la actriz interpreta la obra ‘El funeral’, dirigida por su hijo, Manuel Martínez Velasco.
Además, estuvo arropada por sus seguidores, por el actor Antonio Resines; por el presidente de la Academia de las Artes Escénicas de España, Jesús Cimarro, y por los tres alcaldes de la etapa democrática de la ciudad de Valladolid Tomás Rodríguez Bolaños, Francisco Javier León de la Riva y Óscar Puente.
Para los regidores, la cantante tuvo palabras de agradecimiento, pues Rodríguez Bolaños, se convirtió en “miembro de su familia”; recordó que León de la Riva le otorgó su nombre a una calle y a una de las salas del Calderón y, ahora, Puente le concede la máxima distinción de la ciudad.
Velasco aclaró que este no se trata de un galardón más en su carrera, porque la Medalla de Oro de Valladolid le convierte en una “institución” y es, para ella, “tan importante y emocionante” que advirtió que podría “ponerse a llorar” sobre las tablas del Teatro Calderón.
La actriz se describió a sí misma como una “muchachita” de Valladolid que, a pesar de haberse criado en Madrid, se siente “por encima de todo, vallisoletana y española”. Ese amor por la ciudad, agregó, le viene heredado de su madre, quien, a pesar de sentirse exiliada, nunca olvidó su Valladolid natal.
Aunque la actriz volvió a desdecirse de su intención de retirarse, y reiteró que le gustaría que ‘El funeral’, una obra “tan divertida”, fuese su “última función” de teatro porque se confesó “cansada de viajar”. “Cuando alguien dice que se va, es porque ya se ha ido”, parafraseó en referencia a la serie ‘Herederos’, pero ella aún sigue aquí, zanjó.
El Teatro Calderón le ha evocado también sus días de bailarina, cuando participaba en la función ‘Aída’ y el elenco sufrió un “pateo de muerte”. De vuelta al presente, lamentó que su nieto no haya podido asistir a la entrega del galardón. No obstante, se mostró comprensiva con la intención de los padres de que “no le retraten” porque los niños necesitan “protección” y, en ese sentido, confesó que la historia de Gabriel le ha “entristecido” profundamente.
