El infierno se desató ayer en Afganistán. Y es que los talibán comenzaron su «ofensiva de primavera» con una serie de ataques coordinados en Kabul y otras ciudades del país contra varias embajadas de los barrios diplomáticos, entre ellas las de EEUU, Alemania y Rusia, el Parlamento, el Palacio Presidencial y la sede de la OTAN que dejaron un balance de 14 insurgentes fallecidos, así como multitud de policías y personal civil heridos.
Los ataques de la capital fueron seguidos por otras ofensivas, entre las que destacaron los golpes a una base estadounidense en la provincia de Nangarhar y los asaltos contra instituciones del Gobierno en Paktia y Logar.
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) informó de atentados en al menos siete lugares distintos de Kabul. «El Ejército y la ISAF están dando la respuesta adecuada», señaló la coalición.
Según los testigos, el ataque comenzó en la plaza de Zanbaq. Allí, el Kabul Star Hotel fue asaltado por hombres con chalecos explosivos y desde los pisos superiores comenzaron a disparar cohetes contra la Embajada alemana. Poco después, se escucharon explosiones en un barrio anexo.
Por su parte, la embajada británica recibió el impacto de dos cohetes que habrían sido disparados desde una vivienda cercana.
El portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, anunció que la serie de ataques coordinados que se están produciendo en Kabul y en otros puntos de Afganistán suponen el comienzo de la ofensiva de primavera insurgente. «Estos golpes son solo el inicio. Llevamos meses planeándolos», afirmó.
Ataques adicionales
Pero la cosa no queda ahí, ya que otro suicida detonó una bomba en la entrada del Equipo de Reconstrucción Provincial en la provincia de Nangarhar, al este del país. El jefe del distrito de Behsud, Nematulá, explicó que el hombre se inmoló e inmediatamente después se sucedieron varias explosiones más y un tiroteo. Además, señaló que los combates entre los insurgentes y las fuerzas gubernamentales «siguen activos». A esto hay que sumar, la muerte de tres personas en dos ataques perpetrados en el aeropuerto de la localidad.
Por su parte, el Ministerio del Interior del país apuntó a la posible implicación de la Red Haqqani, uno de los grupos islamistas más importantes de Afganistán, como responsable de los hechos. «Aún es pronto para decirlo, pero las pistas apuntan a que los haqqanis están implicados», aseguraron.
