Beyer hizo una exposición en la que remarcó las semejanzas entre las inquietudes de los estudiantes españoles y chilenos, aunque también descubrió diferencias importantes como que, a diferencia de los alumnos de su país, los de España no quieren oír hablar de más reformas en el sistema educativo.
Entre las semejanzas que ponen al descubierto los estudios ‘El discurso de los adolescentes chilenos y españoles sobre la educación y la problemática juvenil’, el representante del Gobierno del país andino indicó “la ausencia de proyectos colectivos, el individualismo, propio de la modernidad” que se desprenden de las respuestas de los jóvenes.
En opinión de Beyer, “los padres ya no controlan igual los modos de vida de sus hijos como hace cincuenta años, la sociedad moderna es más pluralista y genera más incertidumbre”.
Por ese motivo, explicó, aparece el individualismo en respuestas como que los jóvenes españoles quieren “pasarlo bien o salir con los amigos” y los chilenos se sienten distintos de cualquiera. “Son partidarios de ongs, de organizaciones de medioambientales y sociales pero creo que con poca convicción”.
Otro aspecto común en los adolescentes de ambos países es , a juicio del ministro, “la desconfianza que expresan hacia la política, que tiene que ver con una crisis de representatividad”.
En este sentido, añadió que tanto España como Chile han vivido transiciones a la democracia que se han caracterizado por el consenso y el acuerdo político, algo que en este momento “se hace más difícil y por eso no hay un fuerte respaldo político y social, hay desconfianza”.
Por ese motivo, Beyer sostuvo que uno de los retos es “volver a entusiasmar a los más jóvenes por los proyectos colectivos”.
Este experto mostró también su preocupación porque en el estudio, los alumnos de ambos países critican al profesorado, “tienen la sensación de que no están a la altura, que les falta competencia o habilidades para prepararles para la sociedad del siglo XXI”.
En el caso concreto de Chile, Beyer comentó que al preguntara los adolescentes por su elección de futuras profesiones, la de docente ocupa el último lugar. “Han perdido valoración social y el desafío es recuperarla”, añadió. Otra semejanza relacionada con la anterior es la crítica a la Educación pública.
Pero para el ministro chileno “mucho más preocupante” es que para la mayoría de los jóvenes su imagen de futuro es cómo ingresar en el mundo laboral, “su meta es el trabajo”, cuando en su opinión la Educación debe formar ciudadanos en un sentido amplio. En este sentido se mostró de acuerdo con Mayor Zaragoza en el sentido de que el Informe Pisa “pone el énfasis en cualidades dirigidas al mercado de trabajo” y no en la verdadera Educación.
Este Encuentro Hispano-Chileno, organizado por la UNED se ha desarrollado en el salón de plenos de la Diputación provincial durante toda esta semana y en la sesión de conclusiones de ayer intervinieron también el catedrático José Félix Tenazos, director del curso; el senador chileno Carlos Cantero y el director del Gabinete del rector de la UNED, José Antonio Díaz.
