El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo en la mañana de ayer que las negociaciones entre el nuevo Gobierno griego de Syriza y sus acreedores se han normalizado después de estar bloqueadas durante semanas tras la minicumbre celebrada la semana pasada y ha expresado su confianza en encontrar una “solución” para desbloquear un nuevo tramo de asistencia financiera.
Juncker habló con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que le confirmó que presentará el nuevo plan completo de reformas que le pide la UE “a finales de esta semana o principios de la que viene”, según explicó en una comparecencia ante la Eurocámara para informar de los resultados del Consejo Europeo de la semana pasada.
“Tengo que reconocer que en las últimas semanas era muy pesimista porque no había ningún tipo de progreso, pero ahora hemos vuelto a un proceso normal y creo que llegaremos a una conclusión que sea favorable tanto para Grecia como para la UE”, dijo el político luxemburgués.
Una vez enviado al Eurogrupo el plan de reformas de Grecia será examinado por la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional a nivel técnico en Atenas y a nivel político en Bruselas, según relató Juncker. “Tras la evaluación que hagan las tres instituciones, el Eurogrupo será el responsable de reflexionar sobre él para permitirnos avanzar de la mejor forma posible”, agregó.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, justificó su decisión de convocar a petición de Tsipras una minicumbre en la que sólo participaron la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, François Hollande, y los presidentes de la Comisión, el Banco Central Europeo y el Eurogrupo.
Además, los países de la eurozona rechazaron en el día de ayer la petición de Grecia de que el fondo de rescate de la UE (EFSF, por sus siglas en inglés) le devuelva 1.200 millones de euros que Atenas alega que le entregó por error.
La decisión se adoptó durante una teleconferencia del grupo de trabajo del Eurogrupo, que reúne a los responsables del Tesoro o los viceministros de Economía de los Estados miembros. La negativa complica los problemas de liquidez de Grecia, que según algunas fuentes podría quedarse sin fondos el 20 de abril si no recibe asistencia de sus acreedores.
El dinero del último tramo del rescate no llegará hasta que la troika acepte el programa de reformas.
