El exedil del Ayuntamiento de Ponferrada Pedro Muñoz, condenado a casi 17 años de prisión por un delito de maltrato continuado y lesiones agravadas a su exmujer Raquel Díaz, a la que dejó tetrapléjica, ha vuelto a ser juzgado este lunes junto a sus hijos por un supuesto delito de alzamiento de bienes para evitar pagar la indemnización que le impusieron por el caso de violencia machista.
La Fiscalía reclama una pena de dos años y cinco meses, que se sumaría a la condena que ya cumple en Villabona, Asturias, al considerar que Muñoz traspasó todos sus bienes a su hijos cuando ya estaba en prisión preventiva para evitar tener que hacer frente a las indemnizaciones a las que fue condenado, que rondan el 1,5 millones de euros.
El abogado de Raquel Díaz denunció que Muñoz pretendía hipotecar la vivienda del matrimonio, una medida que requería el consentimiento de la víctima, y fue entonces cuando solicitó medidas cautelares para frenar el proceso.
Además, denunció que los dos hijos de Muñoz habían sido cooperantes de la pretensión de su padre y habían ido al notario para formalizar el traspaso de bienes.
Muñoz se ha declarado inocente y ha explicado que estaba abrumado por las deudas al dejar de percibir la mitad de sus ingresos cuando fue cesado como concejal.
La Fiscalía considera que la situación económica de Muñoz no es la que manifiesta y ha recordado que posee fincas en Toreno y una casa en Santo Tomás, León, además de cinco cuentas corrientes, todas con saldo positivo menos una, y tres coches.
