Ahora se habla mucho de inteligencias múltiples. Hay personas que se han adelantado en el tiempo dedicando su vida a poner de manifiesto esas inteligencias múltiples y, sobre todo, el respeto inclusivo que la sociedad debe a todas las personas sea cual sea la situación o circunstancia en que se encuentren. Hablo de Juan Cruz Serrano, un corazón múltiple dedicado a rescatar y poner en valor el respeto, la integración y la valoración de las personas con capacidades diversas.
Juan ha dejado la vida en el empeño. No un día ni dos.
La Real Muestra de Teatro Especial de Fuentepelayo , de cuya creación Juan es una pieza clave, es un evento que se celebra anualmente en la localidad segoviana de Fuentepelayo. Nació en el año 1995 con el objetivo de fomentar la integración social y laboral de las personas con discapacidad a través del teatro. Desde entonces, la muestra ha evolucionado y se ha consolidado como una cita ineludible para los amantes del teatro y para aquellos que quieren disfrutar de una experiencia diferente y enriquecedora.
La Muestra cuenta con la participación de grupos procedentes de diferentes puntos de España. Los grupos participantes son formados por actores con discapacidad intelectual o física. Durante los días que dura la muestra, se pueden encontrar diferentes actividades relacionadas con el teatro como talleres, charlas o exposiciones. Los actores participantes en la muestra tienen la oportunidad de demostrar sus habilidades artísticas y su capacidad para trabajar en equipo. Además, el teatro les permite mejorar su autoestima y su capacidad para comunicarse con los demás.
Los beneficios sociales y culturales son relevantes. Por un lado, permite fomentar la integración social y laboral de las personas con discapacidad a través del teatro. Por otro lado, promueve la cultura y el arte entre la población y, sobre todo, contribuye de forma decisiva
Los actores participantes en la muestra tienen la oportunidad de demostrar sus habilidades artísticas y su capacidad para trabajar en equipo. Además, el teatro les permite mejorar su autoestima y su capacidad para comunicarse con los demás.
La Real Muestra de Teatro Especial de Fuentepelayo ha sido galardonada con diferentes premios y reconocimientos a lo largo de su trayectoria. Estos premios son un reconocimiento al trabajo realizado por los organizadores y participantes en la muestra.
Además del reconocimiento a dicha Muestra yo quiero resaltar el trabajo, la visión y la dedicación de ‘multi’ Juan. Cuando hoy hablamos de inclusión social se nos olvida que hace treinta años era como clamar en el desierto. Y Juan, clamó. Y puso el dedo en la llaga desde un pueblo alejado de las grandes urbes, en medio del campo segoviano. Pura visión y pura dedicación. Lo que vino después es puro trabajo y constancia y dejarse la piel.
Estoy cansado de escuchar buenas ideas. Lo admirable de Juan es que sueña y realiza. El puente entre el sueño y la realización tiene un nombre: trabajo y trabajo y trabajo.
Mucho trabajo para arrancar, mucho trabajo para ilusionar a todo el mundo, mucho trabajo para involucrar al pueblo, al Ayuntamiento, a las instituciones, a los colaboradores, a los patrocinadores. A todo el mundo.
He sido testigo de lo que se cuece en esta iniciativa. He mirado los preparativos y el trajín que supone organizar y poner de acuerdo a tantas personas y con tantas dificultades. He visto la dedicación de muchísimas buenas personas que acompañan en esta labor. Ha visto la escasez de recurso y cómo se suplía poniendo más ganas aún. He visto la ilusión de los vecinos de Fuentepelayo y la ilusión de los que participan en la muestra. He visto al público emocionarse con el ejemplo de superación que tenían ante sus ojos, encima de las tablas del escenario.
Una Muestra es una Muestra Viva del corazón de todos los que participan de un modo u otro. Y esta Muestra ha mostrado y pone muy alto el nivel cordial de los vecinos, del equipo y del propio Juan que puso en marcha una rueda que no ha dejado de girar para mostrarnos que soñar es posible y necesario. Y cada día más. Estamos en un mundo que necesita impulsos por los cuatro costados. Y lo que sucede en Fuentepelayo es pura inspiración.
Yo solo quiero mirar las estrellas por la noche con la confianza de que quedan soñadores con un multi-corazón, capaces de desarrollar multi-tareas para rescatar el talento de miles de personas que lo merecen.
Gracias, Juan. Has puesto estrellas en el Cielo con tu dedicación noble y cariñosa. Gracias Fuentepelayo por ser un pueblo anfitrión y acogedor. Pueblos así merecerían el título de ‘Pueblos Benditos’ para que todo el mundo sepa que serán bien recibidos y que las iniciativas cargadas de ilusión aquí pueden crecer y desarrollarse.
Mi deseo es que todo esto sea una semilla que impulse a los jóvenes de la localidad a recoger el testigo y, todavía más, a desarrollar proyectos cargados de fuerza e imaginación. Los necesitamos. Espero dentro de treinta años poder escribir un artículo dedicado a la labor que comiencen ahora los más emprendedores del pueblo. Ojalá sean conscientes de que viven en un lugar especial en el que pasan cosas especiales de un tamaño ejemplar. Hay que seguir poniendo estrellas en el Cielo.
