El personaje de hoy posiblemente no le conozca mucha gente; pero si les digo que Juan Carlos es el gasolinero que ha estado muchísimos años en el surtidor de la Puerta de Madrid (frente al cuartel de la guardia civil), seguro que le conocen de sobra; pues este señor es un ferviente seguidor de la Gimnástica Segoviana y lleva la friolera de 38 años siendo socio del club.
Su sentimiento hacia ese equipo lo demuestra acaparando todo lo que tenga relación con esos colores: poniéndose frecuentemente la camiseta de la Sego, estando presente en los actos sociales del club y pregonando a todo el mundo las virtudes de ser de la Gimnástica.
Juan Carlos tiene anécdotas que le avalan esa querencia gimnástica: siendo jovencito, cuando quería entrar ‘de gorra’ a ver un partido en el Peñascal, esperaba a que saliese un balón fuera del campo, -entonces se decía: “balón fuera chico dentro”- y casi siempre lo conseguía; pero un día, después de esperar mucho tiempo, el balón no salía. Apareció por allí Juan Callejo, el que fuera famoso portero de la Segoviana. Conocía a Juan Carlos y le dijo: “Chico, tú para dentro”, y le metió.
Uno de los días más felices que ha tenido con su equipo del alma es cuando viajó a Logroño, en un partido para ascender a Segunda B y se ganó por 0 – 3. Los tres goles de Anel le hicieron disfrutar mucho. Ahora está ya jubilado y aprovecha todas las ocasiones para ver a su Sego; para eso tiene gasolina de sobra. Es por tanto un personaje genuino del deporte segoviano.
