Imagínese con el sol en lo alto andando entre la frondosidad del bosque, esquivando los obstáculos del terreno como rocas y bajadas escarpadas que hacen temblar el vértigo al más valiente. Llega la noche y solo las estrellas y el ruido de la naturaleza le acompaña mientras duerme al raso. Cuando el frío de la mañana le entra en los huesos y se ve obligado a despertarse porque no hay piel que lo soporte, continúa su camino por el llano entre caminos y carreteras hasta que el sol, ahora en la llanura, vuelve a quemarle los hombros.
Aunque pueda parecer una película de Hollywood, en realidad es lo que han hecho 14 adolescentes de entre 12 y 17 años. Se han encaminado a recorrer las cinco etapas que comprenden el Camino de Santiago segoviano desde Cercedilla hasta a Los Huertos.
El Ayuntamiento de Segovia presento en junio la oferta de actividades para las vacaciones de verano de la juventud y una de ellas era este viaje que recorre las tierras segovianas en sus entrañas.

El grupo empezó su andanza en el parque de cuerdas de Cercedilla donde los jóvenes disfrutaron en el punto más alto de todo el recorrido. Comenzaron la caminata, pasaron por el puerto de Fuenfría y llegaron al Cerro de la Camorca donde su lamparita de noche fue la luna. La cama, aunque sea verano, fue más fría de lo normal. La segunda etapa acabó en La Granja en donde realizaron juegos de orientación en el Palacio Real.
El grupo consiguió llegar a Segovia en su tercera etapa. Se bañaron en la piscina y también durmieron al aire libre en la Casa Joven. El concejal de Juventud Ángel Galindo les hizo una visita. A la mañana siguiente la llanura castellana amanecía con estos peregrinos en camino hacia Valseca, firmando allí sus credenciales. El 30 de julio ponían fin a su viaje con su llegada a Los Huertos.
Estos jóvenes viajeros ya habrán recorrido un pequeño trozo del camino total hasta Santiago. Aunque no hayan llegado hasta tierras gallegas y no hayan pisado el templo del santo ya ha quedado en ellos una semillita viajera y aventurera que no les dejará dormir de aquí al resto de su vida y que los obligará a seguir viajando en busca de nuevas rutas con las que soñar.
