El Adelantado de Segovia
viernes, 21 noviembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

Jose María Martín Sánchez – Una calle y su por qué: Plaza 4 de agosto

por Redacción
29 de noviembre de 2018
en Opinion, Tribuna
Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

Luis Mester

¡Aquellos trenes de vapor!

LA UE Y EL INDULTO A PUIGDEMONT

Con la excepción de la invasión permanente de los Estorninos que se van por las ramas, la de los Carlistas en Segovia se recuerda vagamente.

Setenta y un años después de los sucesos de la Independencia, llegó la expedición carlista -mira tú-, que había partido de Estella. Cuenta la historia que D. Carlos, pretendiente al trono de España frente a Isabel II, su sobrina, reunió a 12.000 soldados en el norte de la Península, de los que 3.000, al mando de dos generales, Elio y Zaratiegui, guerrearon por Castilla, hasta que el 3 de agosto llegaron a Segovia y tardaron “na y menos” en hacerse con la ciudad, luego del Alcázar, la Casa de la Moneda y amenazaron al poder central que estaba ¿acongojado? en Madrid con la reina regente Mª Cristina. La misma que le pidió al general Espartero, tarde, que se llegara “pa” Segovia al mando de la tropa.

Total, que las fuerzas carlistas fueron eliminando a todos los que les salían al paso y, para “contemplar” como era la ciudad y plantear su plan de ataque hacen noche en Zamarramala.

Entre Diputación y Ayuntamiento disponían de un “ejército” de 400 milicianos, 180 hombres de tropa y un puñado de jovencísimos cadetes para la defensa del Alcázar. La situación les lleva a pedir a Madrid el envío de refuerzos, hombres y armas. Pero los de la capital padecían del mal de oído.

Así estaba la situación cuando los referidos generales al frente de tres brigadas, castellana, vizcaína y guipuzcoana, por más que no tuvieran apoyo artillero, después de “una arrolladora carga”, consiguieron abrirse paso hacía la ciudad a través de la zona de San Cebrián, escalando la muralla.

En el Bloc Carlista encontré descrita la planificación del ataque: “Por el Monasterio de El Parral, los batallones vizcaínos al mando de Goiri; al Sur, en la plaza de Azoguejo, los guipuzcoanos con Iturbe, y por el otro lado, por el Arroyo Clamores, los castellanos de Novoa. Los batallones navarros de Oteiza quedaron en Zamarramala de reserva, y la caballería, probablemente más retrasada, en el Eresma”. Mucho enemigo; poca defensa.

Hasta El Alcázar se habían retirado los empleados, los nacionales, el colegio militar y las personas más acomodadas de la ciudad. Esa misma noche, sin disparo alguno, se negocia y se arregla una capitulación “generosa” en la que obtuvieron los sitiados su libertad y sus bienes. Zaratiegui conservó el edificio y lo que albergaba. “La generosidad y altura de miras del general carlista, les permitió salir a tambor batiente y armas al hombro”, cuenta su biografía.

La ciudad quedó a merced de los guerrilleros. Hay saqueos en comercios. Francisco Pérez Castrobeza, alcalde, fue “relevado” de su puesto. La alcaldía la ocupa Luis Thomé de la Infanta. Él, junto con la decidida intervención de María Dolores de Meneos, marquesa de Lozoya, navarra y pariente del general Elio “impidieron muertes y mayores saqueos en la ciudad”.

En la refriega hubo un total de 6 muertos y 19 heridos.

Dícese, que a las 24 horas de la ocupación había tranquilidad en Segovia. Funcionaban todos los establecimientos incluso el teatro. Sastres y zapateros trabajaban para los carlistas. Estos, a través de la publicación de un Bando, crean un batallón con el nombre “Cazadores de Segovia”. En cinco días se alistaron 800 hombres, en su mayoría estudiantes. Este cuerpo fue uno de los que más se distinguió permaneciendo hasta el final de la guerra. Con tres piezas de las siete tomadas, las otras las clavó, en Segovia reorganiza sus fuerzas, mejora el equipo y la caballería encaminándose a La Granja con 4.200 infantes y 450 caballos.

En el Parral, lugar que había sido asaltado por la columna que mandaba Goiri, durante los pocos días que estuvo en su poder se acuñaron de 38 a 40.000 piezas de ocho maravedís, aprovechando los cuños de Fernando VII a los que se había añadido un bigote y el nombre de CAROLUS V.

A grandes rasgos esta es la historia. En su recuerdo, el gobierno de la Regencia concede, el 25 de abril de 1842, medalla de distinción “a los milicianos y patriotas que defendieron la ciudad de Segovia”. El Ayuntamiento, además de acordar dar el nombre a la plaza, dispuso la celebración de una misa de sufragio en la Catedral cada día del 4 de agosto.

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda