Las noticias ya no caben en la microficha de que dispongo. Mas, y porque no se queden en el anonimato y alguien se pueda ir de este mundo facundo sin conocer detalles de la tierra que paseó o pisó, lo que podría llevarle a un trauma más allá de las estrellas, lo puse en el pasapuré y esto es lo que ha quedado.
Tabernero
Al escribir la pequeña historia que sucede llegó a mi memoria la letra de un tango, “Tabernero”, que, con la autoría de Raúl Costa en 1941, popularizó Carlos Gardel:
“Muchos se embriagan con vino y otros se embriagan con besos. / Como yo no tengo amores y los que tuve murieron/ placer encuentro en el vino que me brinda el tabernero”.
Al rollo. Tiempo hubo en la ciudad en que se contaban solo cuatro tabernas. El dato puede carecer de interés. Mas si añado que tres de ellas eran de venta de vino blanco y solo una de tinto puede que se “paren” a pensar. Explicación: al parecer, aquellos que gustaban de empinar el codo , o que, por pura casualidad o faena similar, se veían “envueltos” en el fragor de la bebida, si la cogorza la cogían de blanco se notaba menos. El tinto dejaba más rastro de “pintura”…
Lo que hubo y queda
Sepan que:
—El Rastro era lugar donde se vendían, entre otros, despojos de los animales. Zona que se situaba en el Salón por el año 1612, o así, y que se trasladó al ladito del puente de Sancti Spiritu, por donde discurría el Clamores. El Salón fue ya paseo público, de atracciones y más. Luego, 1835, se le puso apellido “de Isabel II”.
—En 1861, el arquitecto municipal José Asensio fue quien proyectó la escalera que desciende desde el Salón, también asciende, pero con mucho más esfuerzo, paralela a la muralla hasta el barrio de San Millán.
—En 1865 se ensanchó la calle del Sol lo que permitió un mejor acceso al Paseo del Salón a través del proyecto de Odriozola, que realizó una extraordinaria “remodelación” con una obra que llevó al lugar a su forma actual.
Teatro
Hacia el año 1741, las compañías de teatro desarrollaban su espectáculo en el lugar conocido como “los taludes de La Parrilla”, junto al Convento de San Agustín (ubicado por la actual zona del Taray). Lo declararon ruinoso y se acabaron los aplausos.
A lo que te iba: llegó un momento en que la autoridad competente también hubo de emplearse a fondo en el lugar. Altercados había, una función sí y otra también. Desde el Concejo se explicó el tema: “Los desórdenes nacen de personas que entran al teatro con monteras caladas (encapuchados), y por ello desconocidas, que están prohibidas por la Corte”. Para que no hubiera “malos entendidos”, el Concejo prohibió el acceso a los encapuchados y al “teatro” lo puso en cuarentena.
Tropecientos años después, o sea ahora, vuelve la moda. Dato estadístico: en Barcelona es donde más capuchas se venden.
¡Booooooom!
Al Parque Militar de Segovia, año 1900, llegan para su almacenamiento 5000 kilos de pólvora. 2000 desde Valencia y 3000 de Badajoz. Problema: el lugar de acogida no era suficiente. Se busca sitio y se encuentra en la “Casa de Mixtos” .
Pregunta al hilo ¿qué sabe usted de la Casa de Mixtos o almacén de Intendencia del Regimiento de Artillería? Pues… El diseño lo realizó Francesco Sabatini, arquitecto italiano en la corte del Real Sitio; la obra la dirigió ¿1786? el aparejador Francisco de Pablos. Estaba ubicado en la zona de Chamberí, a un tiro de piedra de la Plaza de Toros. Por acuerdo del Concejo, “porque ya no cumple ninguna misión y está en ruina”, se derribó en 2006.
Ahora es un recuerdo de la zona de Chamberí y desde hace una docena de años “Sector Plaza de Toros- Depósitos del Agua”, lugar donde el Concejo “adquirió” 276118 m2, resultado de haber enajenado —¿se dice así?— diecisiete fincas.
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1.También se usaban las expresiones “levantar el codo”, “alzar el codo” o “beber el codo”. En el siglo XVI “empinar el jarro”, cuando se terminaba toda la bebida.
2.Borrachera.
3.Epifanio Borreguero, “Archivo General Militar de Segovia”, 1988.
4.Significa que apenas hay distancia.
5. La enajenación implica la transferencia de un derecho real de un patrimonio a otro.
