Puede que no sepa que… El judío Abraham Senior o Seneor nació en Segovia en 1412 y falleció en la misma ciudad a la edad de 81 años.
Su vivienda, en la que residió sus últimos años, se situaba a unos pasos de la iglesia del Corpus, en la Judería Vieja. Era una de las más grandes. Su valor, en el lejano 1490, un millón de maravedís (1). En la referida época el precio medio de una vivienda en la zona era de 50.000. El “casoplón/caserón/palacio” tenía dos plantas, patio y bodega.
Cuando se construyó se hizo tras una agrupación de tres espacios. Diez años después de su muerte la casa se dividió en tres viviendas. La primera era la habitada por su hija, con salida a la Puerta del Sol; la segunda, se dice, era la mejor de las tres, mientras que la tercera es conocida como la del médico, ejerciente en Segovia, Andrés Laguna, judío convertido al cristianismo y padre del también médico naturalista y europeísta del mismo nombre.
En el devenir de los tiempos nos trasladamos a 1902. En esa fecha, una segoviana, María de la Encarnación Arranz, propietaria en aquel momento de la Casa de Abraham Seneor, vendió esta al obispado de Segovia que mantiene su posesión en la actualidad. El obispo, José Cadena y Eleta, lo quería para destinarlo al que después sería Convento Franciscano, donde acogió a un grupo de frailes que llegaban emigrados de Filipinas. El obispo citado falleció en 1904,
Las obras que adaptaron la casa adquirida a las necesidades conventuales, entre ellas una capilla, se llevaron a efecto bajo la “supervisión” del nuevo purpurado, Julián Miranda Bistuer, y la dirección técnica del arquitecto Joaquín Odriozola. Los franciscanos permanecieron en el lugar a lo largo de 104 años.
Abraham tuvo en su haber, que el que escribe haya podido conocer, una retahíla (2) de profesiones muy cercanas a lo increíble. Todas ellas, o casi, relacionadas con el dinero. De tal forma, he leído que hubo un tiempo en que la familia Seneor tenía en sus manos absolutamente todas las rentas de la corona de Castilla.
Lean y entiendan:
Banquero de profesión.
Último rabino mayor de la Corte de Castilla (nombrado por los RR.CC. en 1477).
Político judeo/cristiano.
Alto cargo de la Hacienda (con Enrique IV).
Mojarife (administrador) Real de Castilla.
Regidor de Segovia.
Contador del Consejo Real.
Contador Mayor del príncipe Juan.
Prestamista de la Corona de Castilla.
Juez Supremo de la Aljama (3) de Segovia.
Fundador del noble linaje de los Coronel…
Paso página. Su abrazo a la religión católica tuvo lugar en el Monasterio de Guadalupe (Cáceres), el día 15 de junio de 1492, un año antes de su muerte. Sus padrinos: los RR. Católicos. Desde tiempo atrás, Seneor había intentado que estos anularan el decreto de expulsión de los judíos con el fin de retrasar su salida, para ello invirtió grandes sumas de dinero, como persona influyente que era. Al no conseguirlo y ante la disyuntiva de tener que abandonar Castilla, con la que estaba tan comprometido, optó por la conversión y permanecer en su tierra. Desde 1492 en su “DNI” figuró el nombre de Ferrán (Fernando) Pérez Coronel. Junto a él también recibió el bautismo su familia.
Los reyes, a los que había ayudado siempre que se lo pidieron (4), ya anciano Ferrán, le concedieron una renta anual, en modo y forma de pensión, de 150.000 maravedís, por los servicios prestados. Al tiempo que le otorgaban el privilegio de vestir seda y joyas. Ambas características les estaban prohibidas a los judíos.
Para más saber. Dado que Abraham se había dedicado a “jugar” con su mucho dinero, tenía propiedades en Bernardos, Pinillos, Carbonero, Aldehuela del Codonal, Trescasas, Segovia, Sevilla, Jerez… (5)
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(1) Con las reservas necesarias a sucesos ocurridos hace más de 600 años.
(2) Serie de muchas cosas que están, suceden o se mencionan por su orden.
(3) En la Edad Media, sinagoga, edificio dedicado al culto judío.
(4) Los RR.CC. pusieron final a la presencia del reino nazarí en Granada en 1492 tras la rendición de Boabdil. Mas, y antes de emprender esa guerra pidieron ayuda económica a Abraham. Era el año 1482. Este entregó a la causa reinante dos millones de maravedís. Fue decisivo.
(5) “Los judíos y la Hacienda Real…” C. Álvarez García, VA 1990.
