Disponía de un espacio en blanco y queriendo escribir sobre y de algo “impactante” (¡qué risa!) fui a buscar a Baltasar Gracián y con dos frases: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno” y “Aun lo malo, si poco, no tan malo” (1), me abrió la sesera. Lo expuesto, seguro que lo han entendido, trata de no cansar al que lee, al que escucha, ya fuere:
—Homilía eclesial,
—conferencia de erudito principal,
—lección magistral ex cátedra,
—explicación en el Centro de Interpretación sobre lechuga romana en su “confrontación” con la de roble,
—lectura del tocho: “como freír las patatas en sartén sin aceite”, de 1.200 páginas, más prólogo, epílogo y contraportada…O así.
Sin más, a continuación noticias. Lo de malas, peores, interesantes o no, allá cada cual.
Primera Casa.— En el año 1610, el arquitecto Pedro de Brizuela presentó los planos donde exponía su idea de lo que debía ser el primer edificio propio que tendría el Ayuntamiento de Segovia. Veinte años después se dieron por concluidas las obras. La Casa Consistorial cumple en este 20/20, los primeros 390 años.
En la reunión semanal que celebramos amigos los martes bajo el arco 33 del Acueducto, contados sean “de la parte arriba a la parte abajo”, se dijo que el coste de la obra fue de 40.000 ducados (15 millones de maravedís).
12.000 se consiguieron de impuestos (sisa), autorizado por el propio Rey Felipe II. La Junta de Nobles Linajes y La Tierra de Segovia fueron colaboradores extraordinarios con su ayuda económica.
Nota sin ninguna concomitancia (2) del pasado con el presente. A lo largo de la obra el Concejo se gastó en pleitos, los de la Chancillería de Valladolid y la audiencia de Segovia, 88.400 maravedís.
La puerta diferente.— Para conocer:
—La obra de la puerta de San Frutos (30 años de duración) tuvo un coste de 35.000 reales. La comenzó el maestro de obras de la Catedral, Martín Ruiz de Chertudi. Era el año 1579. Diez años después la “dirección de obra” lo destituyó, porque no había hecho nada y siguieron otros. Entre ellos Pedro de Brizuela.
A saber:
—La estatua del Santo fue esculpida por Felipe Aragón en 1611. El cantero García Sanz trabajó hasta su fallecimiento en 1621. Cinco años después se hace cargo de la obra, que había sufrido modificaciones, Juan de Mugaguren. A este, hasta finalización, le sustituye su yerno, Pedro Monesterio. Se pagaron 2.500 reales.
—Las puertas, con todo su “ringo/rango”, las hizo y finalizó el entallador Nicolás González. Cobro 2.200 reales.
—El mármol para cabeza y manos del santo eremita se compró en Cercedilla. Lo traslado a Segovia, 35 arrobas, el vecino del pueblo madrileño Bautista Fuentes.
Una plaza.— En el siglo XVI la actual Plaza de San Martín era una calle en rampa. Descendía desde el cementerio parroquial y continuaba hasta la ahora c/Real (tramo de J. Bravo). Adosado a una de las paredes del cementerio había un caño, al que servía el agua el Acueducto. A mediados del siglo XIX, el tramo de la calle de esa zona pasó a denominarse “Ancha de San Martín”, que dio el nombre a la Plazuela desde 1867.
El Burlador.— Describo. Sepan que fray Gabriel Téllez, conocido en los ambientes literarios como “Tirso de Molina”, ocupó plaza de comendador y residió en el Convento de Santa María de la Merced (Mercedarios) de Segovia, en el año 1619 (3).
San Miguel.— Antes de su derrumbe en el año 1532, el edificio de la iglesia se situaba en el centro de la Plaza Grande. Sepan que estaba rodeada de huertos y casas y que en el año 1577, cuando se levantó piedra a piedra la actual, sus parroquianos pagaron la construcción del soportal que está junto a la referida.
Para cerrar (sin llave).— La armadura de cubierta, con dibujo “Lazo de a ocho”, de la Sala del Solio del Alcázar, procede de la iglesia en ruinas de la localidad vallisoletana de Urones de Castroponce. También en la Sala de La Galera hay un friso procedente de la misma iglesia.
========
(1) Las frases, muy populares, figuran en su libro “Oráculo manual y arte de prudencia”, escrito por el jesuita en 1647.
(2)Coincidencia deliberada o casual de dos o más factores en la producción de un efecto.
(3) Si más quieren ampliar ver “El Burlador de Sevilla”.
