Esta noche es una noche mágica. Los niños y las niñas esperan anhelantes la venida de los Reyes Magos. En sus casas hoy dormirán poco. Se levantarán pronto y disfrutarán de los regalos esperados y de los que sorpresivamente les han llegado y que no esperaban. Y los padres pondrán “cara de sorpresa”, porque tampoco conocían lo que los Magos traerían a sus hijos y en este juego todos volverán a ser niños por una noche. Es la magia de la noche de Reyes y es bueno que así sea.
En tres días volveremos todos, pequeños y mayores, a la realidad que, cada cual a su medida, debemos asumir con realismo.
Sugiero, por si ayuda, que, a lo largo del nuevo año que acabamos de comenzar “contéis a los niños que es pecado tirar la comida a la basura mientras millones de personas pasan hambre.
Contadles … que los recursos del Planeta y de los padres son limitados y hay que administrarlos bien, para garantizar su futuro y el nuestro.
Contadles… que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. Contadles… que hay que cuidar a los mayores. No necesitan mucho para vivir, pero no tienen “vida” sin nuestro amor y cercanía.
Contadles… lo que hemos celebrado en Navidad: que Jesús, el Hijo de Dios bajó del cielo a la tierra para ser nuestro mejor Amigo. ¡Contádselo a los niños!”. (Julián del Olmo).
En esta noche muchos de nuestros niños y niñas reirán de emoción al ver los regalos que les han traído los Reyes Magos. Dejemos que lo hagan y disfrutemos con ellos, pero en otros momentos a lo largo del año, contadles que en un mundo que desecha cada día toneladas de alimento y de medicinas, hay niños que lloran en vano por el hambre y por enfermedades fácilmente curables.
Contadles que en una época que proclama la tutela de los menores, se venden armas que terminan en las manos de niños soldados y se comercia con productos confeccionados por pequeños trabajadores esclavos. Estos niños no pueden reír, ni tampoco llorar. Su llanto es acallado. Deben combatir y trabajar, pero no pueden llorar.
Contadles que en este mundo, que ha desarrollado las tecnologías más sofisticadas, hay todavía por desgracia muchísimos niños y niñas en condiciones inhumanas, que viven al margen de la sociedad, en las periferias de las grandes ciudades o en las zonas rurales. Contadles que todavía hoy muchos niños son explotados, maltratados, esclavizados, objeto de violencia y de tráfico ilícito. Demasiados niños son hoy desplazados, refugiados, a veces ahogados en los mares, especialmente en las aguas del Mediterráneo. Y que de todo esto nos tenemos que avergonzar.
Contad a los niños y niñas que abran sus ojos a esta realidad, que valoren, rían y disfruten por lo que tienen y con lo que tienen, pero que se hagan solidarios con los que no pueden reír ni disfrutar como ellos. Que sean humanos y, por tanto, solidarios. Que sepan reírse de sus errores. Que no se envanezcan con sus triunfos. Que no huyan de sus responsabilidades. Que defiendan la dignidad humana. Y que deseen tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez. Contádselo y decidles que esto y no solo disfrutar con lo que uno tiene, es lo que hace que la vida valga la pena.
Contadles… que Navidad, no es solo una fiesta puntual, ni solo unos días de vacaciones, sino que es buena noticia para los solitarios, porque Dios viene a decir que no estamos solos –aunque a veces lo creamos-. Que Navidad es buena noticia para los que tienen que lidiar con distintas formas de debilidad, porque Dios se hace frágil para mostrar una fuerza mucho mayor. Que Navidad es buena noticia para quienes se encuentran estos días con nada que dar y nada que recibir, porque Dios se vuelve regalo (en niño, palabra e historia), para todos nosotros.
Me permito contároslo a los mayores por si acaso os lo creéis y así podérselo contar también a los niños y niñas. Gracias. Os deseo un Feliz peregrinar por el año 2020.
