La referencia es de principios del siglo XVIII y la localidad Navas de Riofrío (Las Navillas). En una zona de sus alrededores se encuentran –si se patea despacio la zona se ven-, restos de una edificación que se conocía como “Granjilla de los Jerónimos” o “Cacería de los Jerónimos”. El terreno —corría el año 1723—, fue adquirido por los Jerónimos de El Parral. La idea era de contar con un lugar de recreo para los monjes. Que entonces eran más.
Recuerdo al lector al respecto, que esta situación se produce años después de haber vendido a la Corona las posesiones de la congregación (Felipe V, 1718), en La Granja, que habían sido donadas, a su vez, por los RR.CC. en 1477.
Lean el relato, al respecto, de Pascual Madoz (1):
“… hay (en Las Navas de Riofrío) cacería llamada Granjilla, que era un punto de recreo de los PP. Gerónimos de Segovia , y hay ( alrededor de 1840), casa de labor ; es edificio bastante capaz, con muchas habitaciones, buenos encerraderos de ganado, un cercado con álamos, un estanque para tencas, otro para el agua, y un gran huerto destinado a hortalizas; se surten de aguas para sus usos de las de una fuente que hay inmediata al pueblo; haciéndolo para el de los ganados de un arroyo que pasa por el mismo y su término comprende de 70 á 80 fanegas de sembradura de todas clases y sobre 114 obradas de prados naturales, las 14 de regadío y riego de primera calidad; y las restantes de secano y pastos también existe un monte de chaparro separado del de Riofrio, por la tapia que rodea a todo este real sitio…”
Se deja constancia de que la red de caceras de Riofrío (2) se amplió dos veces en el XVIII. La primera fue para abastecer a La Granjilla, cuya finca tenía una extensión de 40.743 m² (¿?)
Ah, que no se me olvide. La casa era de tres plantas con un total de 28 habitaciones; capilla con tres altares, oficinas y un palomar. Contaba con tres encerraderos, dos pajares, lavadero de lanas, caballerizas…
También Sebastián de Miñano (3), recoge datos referidos al tema expuesto.
¿Quieren que les cuente lo que pasó con las sucesivas desamortizaciones? Pues, que a esta, la reseñada, igual que al Monasterio de donde hubieron de salir los monjes y estuvo muy cerca de un siglo sin habitantes, la desamortizaron llegó a la Casa/descanso de Riofrío y se quedó en manos de quienes disponían de dinero para comprarlas. Alrededor de 125 años (sucedido entre 1727 y mitad del XIX), mantuvieron la referida edificación.
Las nubes no destilan en Segovia
No sé si lo habrán “notao”, ya que no “to” el mundo se para a pensar en estas cosas, pero en el tema del agua, el que descargan las nubes –el sistema municipal de reciclaje, catas, transporte y demás familia, es de otro negociado-, nos está dando la espalda. Antes, hace una década, por ejemplo, en Segovia cuando llovía la cantidad caída se medía por metro cuadrado. Eso era antes. Ahora, utilizando la misma medida, se aplica por gotas. Los que hablan del tiempo llegarán a decir algo así:
—“Ayer cayeron en Segovia cuatro gotas por metro cuadrado; dos meses antes habían sido cinco y la previsión para los próximos sesenta días es de gota y media”.
Así, en el resumen anual de pluviometría (4) para capital y provincia se acertaría de pleno diciendo:
—“El total de lluvia recogida en los 365 días fue de 17,4 gotas”.
Si el lector tuviera interés mayor por los datos, le propongo dividir el total de de lo caído/recogido, por los 6.921 Km² que suma la provincia y lo que correspondería a cada uno de sus, aproximadamente, 153.300 habitantes.
¿Qué es una exageración? Si. Pero la meteorología, y sus nubes, es muy suya. Tanto que descarga cuando y donde quiere. Y como consecuencia, inunda, mata, seca, arrastra, destruye…
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(1) “Diccionario Geográfico…” Año 1850.
(2) La cacera tiene una larga historia, documentada en 1752 y recogida en el Catastro de La Ensenada.
(3) “Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal…” Tomo VI, año 1827. Pág. 240.
(4) Parte de la meteorología que mide y estudia la cantidad, la intensidad y la regularidad de las lluvias según el espacio geográfico.
