El martes siete de enero, es la fecha histórica que marca el desbloqueo político en nuestro país, ya que el Congreso ha aprobado la investidura del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Con un estrecho margen, pero ya efectivo. Los ciudadanos eligieron un parlamento con más de veinte partidos y eso significa que la negociación, el acuerdo y el pacto deben ser los ejes fundamentales de actuación para poder funcionar y avanzar. Comienza una etapa novedosa con un gobierno progresista de coalición, que debe afrontar muchos retos, pero que tiene toda la legitimidad democrática para impulsarlos, el aval de las urnas y la propuesta del Jefe del Estado.
Puedo entender que la ciudadanía esta a la expectativa de esta nueva situación en España, ya que hasta ahora los ejecutivos habían sido monocolores, pero también es cierto que se debe evaluar cuando transcurra el tiempo suficiente de recorrido político. Confieso que estos últimos días no han sido fáciles para mi, un recién llegado al Congreso, después de recibir varias decenas de mails pidiéndome que traicionara a mi partido o al Presidente Sánchez y no votara su investidura, porque las siete plagas del apocalipsis llegarán a España y se romperá nuestro país. Pero quiero agradecer y solidarizarme con el compañero de partido que ha sufrido en los últimos días llamadas amenazantes y recepción de wasap insultantes, porque creían que ese número de teléfono era el mío y así me acosaban para que no votará en la investidura. Poco me conocen si alguien piensa que me iban a amedrentar con ello. Pero me preocupan dos cuestiones, la primera que nadie de otras formaciones políticas con representación parlamentaria o que la hayan tenido, se ha solidarizado, interesado o apoyado en estos momentos, se ve que lo justificaban o disfrutaban con esa campaña de acaso. ¡¡¡Que lastima!!!
La segunda, que por mucho que lo repitan no se va a romper España, no existe ningún pacto con Bildu, y todos nuestros acuerdos son públicos. En democracia el diálogo debe ser el eje central, aunque las discrepancias sean muy elevadas. Poco ayuda a la moderación y la sensatez, haber visto los españoles la falta de educación parlamentaria de las “derechas” estos días, interrumpiendo a los oradores, insultando permanentemente y sin ningún respeto al “templo de la palabra”, así como algunas afirmaciones de ERC y BILDU. Hace falta moderación y progreso.
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(*) Diputado del PSOE al Congreso por Segovia.
