El jurado popular declaró culpable por unanimidad a Jonathan Moya, el joven de 28 años que raptó y asesinó a la bebé onubense de Palma del Condado (Huelva) de 16 meses Míriam Cuerda en diciembre de 2012 “golpeándola con fuerza y en repetidas ocasiones en la cabeza con un objeto contundente y plano” y, que, además, lejos de auxiliarla, “la envolvió estando en estado comatoso en film transparente con el propósito de asfixiarla” para después arrojar su cuerpo a una balsa de riego.
Los nueve miembros del jurado, que rechazaron también de forma unánime la remisión de penas o la posibilidad de tener acceso a indulto en ambos delitos, consideraron que Moya González es el “único autor” del crimen ya que “todas las pruebas sólo le implican a él en el lugar de los hechos” y que actuó conforme a “un plan preconcebido con fines económicos”.
Tras la lectura del veredicto, el fiscal elevó a definitivas sus conclusiones y solicitó la pena máxima prevista en el Código Penal por el delito de asesinato con alevosía, 20 años de cárcel, y por el delito de detención ilegal, seis años de prisión. Por su parte, la acusación particular interesó también 20 años de cárcel por el asesinato y elevó a nueve la pena pedida por la detención ilegal, ya que el jurado consideró acreditada la alevosía en esta conducta.
El abogado defensor solicitó al magistrado presidente del tribunal, Luis Durbán, que impusiera las penas mínimas contempladas en la ley para ambos tipos delictivos “teniendo en cuenta la falta de antecedentes violentos, la edad que tiene y hace suponer que son años suficientes para que pueda reintegrarse en la sociedad, y el arrepentimiento mostrado en la última sesión de la vista oral”, según aseguró. En cuanto a la responsabilidad civil, solicitó que se le declarase insolvente por carecer “absolutamente de todo bien de fortuna”.
Los hechos se remontan a 2012, cuando el acusado y la madre de la bebé contactaron a través de una web donde ella había puesto un anuncio. Tras unos primeros contactos telefónicos, acordaron conocerse, por lo que el 18 de noviembre de 2012, Moya González se personó en Palma del Condado donde residía Gema y con quien estuvo conviviendo en familia durante algo más de dos semanas.
Tras la ruptura definitiva, propiciada por ella, Jonathan Moya consiguió citarse con Cuerda gracias a una excusa. El rapto se produjo a las 13.00 horas del día 20 de diciembre, cuando el acusado, que viajaba en coche con madre e hija abandonó a la primera en medio del campo llevándose a la pequeña.
Finalmente, Moya González se escondió en el cortijo familiar Torre Marfil y allí retuvo a la bebé con vida hasta que cometió el crimen entre los días 24 y 25 de diciembre. Posteriormente, metió el cuerpo en una bolsa de deporte y la arrojó al interior de una balsa de riego con un bloque de hormigón atado por fuera.
