El director Jonás Trueba estrenará el próximo 11 de septiembre su nueva película, ‘Los exiliados románticos’, un filme en el que retrata la amistad con “instantes de alegría”. Trueba —hijo del cineasta Fernando Trueba— ya presentó ‘Los exiliados románticos’ durante la pasada edición del Festival de Cine de Málaga y durante este verano ha emprendido un viaje por España para proyectar en varios cines de verano este largometraje en cuestión.
De esta forma, antes de que la película llegue de manera oficial a las salas de cine la próxima semana, la cinta pudo verse al aire libre con el fin de transmitir ‘Los exiliados románticos’ tal y “como se hizo”, puesto que se trataría de un largometraje que “se rodó en verano y respira el verano”, según indicó el director durante una entrevista concedida a Europa Press.
El argumento de la tercera cinta dirigida por Jonás Trueba gravita sobre tres amigos que emprenden un viaje en furgoneta hacia Francia al encuentro de amores idílicos y a la vez efímeros, con la única misión de sorprenderse a sí mismos y de seguir sintiéndose vivos. Al contrario que la mayoría de las películas, que requieren habitualmente meses y años de planificación y preparación, Trueba señaló que ‘Los amantes exiliados’ tiene un grado de espontaneidad y de intuición “bastante alto”, puesto que no ha pasado por ningún proceso de “intelectualización”. “Surge más de las ganas de arañarle al verano los últimos días”, dijo.
El resultado es una película “muy alegre” y precisamente esto es de lo que más orgulloso se siente, puesto que no hay “ni un gramo de drama” en la duración de este metraje. “Es una película sostenida sobre pequeños momentos e instantes de alegría, lo que provoca que sea muy placentera verla”, aseguró el cineasta.
A juicio de muchas de las personas que han visto ‘Los exiliados románticos’, Éric Rohmer, una de las figuras intelectuales de la Nouvelle Vague francesa y autor de cintas como ‘Pauline en la playa’ o ‘El rayo verde’, juega un papel importante en esta película. Para Jonás Trueba, esto significaría que “Rohmer está vivo” y que “se piensa en él”, recalcó.
