El fiscal jefe de la Unidad del Consejo Judicial y Legal de la Oficina Europea de Lucha Antifraude, el segoviano Joaquín González-Herrero, destacó el espíritu europeísta de los segovianos, tras analizar los resultados de la encuesta realizada por Segovia Opina para EL ADELANTADO sobre la Unión Europea y las próximas elecciones europeas de junio.
González-Herrero subrayó en declaraciones a este periódico que España sigue a la cabeza de los países de la Unión Europea que reconocen el efecto positivo de la incorporación, “y los segovianos se suman a este sentir general”. Desde su punto de vista, ayuda el hecho de que “Europa es símbolo de progreso económico y de estabilidad política, y para los españoles, además, símbolo de democracia; sin olvidar que la pertenencia a la Unión es un garantía frente a las tensiones internas de tipo separatista, al tiempo que realza la dimensión internacional, tanto en lo político como en lo económico, ante los desafíos de la globalización”.
En su opinión, el alto porcentaje de segovianos, un 72 por ciento, que creen que la integración ha sido positiva para España, refleja “el agradecimiento de los segovianos por las importantísimas contribuciones financieras recibidas, que han sido un factor decisivo del progreso de Segovia en los últimos años”.
Además, González-Herrero califica como “toda una lección de europeísmo” el hecho de que tres de cada cuatro segovianos entiendan que hay que seguir trabajando para reforzar la integración de los países miembros, “singularmente, en estos momentos, en que el llamado ‘euroescepticismo’ se extiende por amplias zonas de la Unión, ya que a la tradicional oposición británica a una mayor integración, se unen ahora países tales como la República Checa, Hungría o Polonia, por citar algunos de cierta importancia”.
En cuanto al peso de las instituciones europeas, elevado para un 44 por ciento de los encuestados pero poco relevante para más del 33 por ciento, González-Herrero opina que los segovianos “identifican con mucho sentido común lo que está pasando”. “Parecen haber percibido cierta paralización del modelo integrador europeo, con estancamiento del papel dinamizador de la Comisión; en los últimos meses, y en gran parte debido a la crisis económica, hemos visto que grandes decisiones que afectan a la Unión Europea han sido adoptadas por los países que la integran, antes que por sus instituciones; el contraste con los Estados Unidos de América es inevitable, y la imagen que se ha dado es que la Unión como tal no está dando una respuesta a los gravísimos problemas a que nos enfrentarnos cada día”, sostiene.
En cuanto a la necesidad de contar con una Constitución Europea, propuesta que apoyan el 62 por ciento de los encuestados, González-Herrero considera que los segovianos “hacen gala de su coherencia, al apoyar con este porcentaje que lo que la lógica impone: Europa, por ser una comunidad política y una comunidad jurídica, necesita una constitución”.
“Singularmente, para anclar el texto constituyente en la base de todo pacto político democrático: el reconocimiento de los ciudadanos como fundamento del sistema, con sus derechos fundamentales y la dignidad que les es inherente”, añade, para señalar que no se puede olvidar que España “se manifestó claramente a favor del fallido texto constitucional, que embarrancó en los bajíos europeos de Francia y Holanda”.
Una buena participación en las elecciones europeas
Para Joaquín González Herrero, la participación en las próximas elecciones europeas que deja traslucir la encuesta de Segovia opina, con un 56 por ciento de los entrevistados afirmando que irán a votar, “es un porcentaje de intención de voto relativamente elevado. Singularmente, si tenemos en cuenta la situación actual, y el hecho de que aún quedan dos meses para la celebración de las elecciones”.
“Cabe indicar que en las de 2004 el porcentaje medio se sitúo en el 47, 5 por ciento; y ello pese a que en algunos países como Bélgica la participación es obligatoria. Cabe recordar que, por ejemplo, en Polonia, se estancó el índice en el 21 por ciento”, añade.
Para González-Herrero, las cifras “son en general preocupantes. La caída de la participación, que podríamos llamar deserción de las urnas, limita la legitimidad material de los resultados. No son pocos quienes piensan que la baja participación debe llevar a una mayor democratización de las instituciones europeas”.
También considera interesante ver que la decisión en cuanto a quién votar está ya tan perfilada, con un 72 por ciento de los encuestados afirmando que tienen decidido el sentido de su sufragio.
Para Joaquín González, esto “pudiera obedecer a la influencia de la política nacional y a las campañas electorales recientemente vividas en algunas regiones españolas”.
Desde su punto de vista, uno de los efectos menos positivos en toda Europa “es la influencia de las políticas nacionales en las elecciones al Parlamento Europeo. Ello se debe a lo anteriormente dicho: la falta de opinión pública europea, la ausencia de medios de comunicación propiamente europeos y de gran difusión… A lo que hay que añadir la inexistencia de partidos políticos europeos, ni circunscripción electoral europea. Y es que, desgraciadamente, no hay tanto política europea como políticas nacionales referidas a la Unión, que convergen en Bruselas. Consecuencia negativa de todo esto es lo que pasó en Francia y en Holanda, y más recientemente en Irlanda”.
