Para Araujo, que ayer ofreció una conferencia sobre ‘El agua, destrezas y torpezas’, dentro del ciclo ‘Grandes temas, grandes personajes’, “derivar al sistema educativo el máximo grado de compromiso con los temas de medio ambiente es una equivocación, hay que empezar por los que deciden, los responsables de las empresas, la ONU, el Parlamento Europeo…, hay que ser más rápidos, no podemos ir a los que tomarán las decisiones dentro de 30 años”.
Para Araujo, el problema es la falta de continuidad en el compromiso con el medio ambiente. Así por ejemplo, en el tema del agua, sostuvo que “somos soberbios, y nos olvidamos de que el año pasado, con motivo de la Expo de Zaragoza, hicimos más de 2.000 reflexiones sobre el agua, incluso una Carta del Agua, con recomendaciones que son necesarias, pero en cuanto nos damos la vuelta, hay incumplimientos por parte de las administraciones”.
Los ciudadanos particulares tampoco quedan al margen de las críticas. Según Araujo, el ciudadano “es el principal protagonista en el uso del agua, de las materias primas y del entorno, y en el momento cultural en que vivimos tenemos la impresión de que todo es gratis, que el agua y otros recursos van a durar siempre, y que tenemos todos los derechos y ninguna obligación”.
Joaquín Araujo, naturalista madrileño, geógrafo ambiental, escritor, periodista científico y director editorial, trabajó con Félix Rodríguez de la Fuente y es autor de unos 340 guiones de documentales. Además, tiene publicados más de 75 libros y más de 2.000 artículos, ha llevado a cabo 3.000 programas de radio y ha participado en la dirección y redacción de ocho enciclopedias; es director del colectivo Bosque de bosques y presidente de Gran Simio España.
Araujo es uno de los fundadores del ecologismo en España y ha recibido, entre otros galardones, dos veces el Premio Nacional de Medio Ambiente; El Global 500 de la ONU (equivalente al Nobel de Medio Ambiente); Guardabosques de Honor y Medalla de Méritos Ambientales de la Fundación Bosques de la Tierra; Medalla de Oro de Extremadura al libro mejor editado en 1999 por su “Sonata del bosque”; y Premio de la Academia de Televisión por culminar, como guionista y asesor, los ocho últimos capítulos de “El hombre y la tierra”.
