Si Bill Murray hubiera pasado por esta santa tierra actualmente, habría renegado del mítico film “El día de …” inclinándose por protagonizar The Spanish Show. “Hoy tenemos elecciones y mañana también, así cada pocos meses”.
Esta vez me declaro abstencionista, no tengo intención de volver a ser cómplice de la tomadura de pelo en que se ha convertido el escenario político nacional ni de lo que conlleva mantener a los “ejercedores” de la carrera por ostentar el poder, si entendemos por ejercer, estar mareando la perdiz en beneficio propio. Los eternos candidatos han olvidado que si hay comicios, es para elegir gobierno y servir a la Nación.
¿Recordáis cuando los aspirantes llevaban en su programa (de boquilla) el cambio de la Ley Electoral? Eso pasó a la historia, han cogido el truco de vivir del chalaneo, mientras cobran por no hacer NADA. Continúan con sus dimes y diretes. Estoy hastiado de escuchar todos los días lo mismo, en tanto la ciudadanía reclama soluciones urgentes. Es de precepto que alguien tome las riendas de verdad, con decisión y valor.
Repito, no pienso volver a visitar un colegio electoral, salvo que por sexta vez me toque presidir mesa y, que no me vengan con el cuento de “si no votas luego no te quejes”, mientras pague mis impuestos tengo el mismo derecho que los que sí se acercan a la urnas, dicho sea desde el respeto, dando pábulo a esta gente para continuar con más de lo mismo.
