Que el Gobierno de Sánchez haya estado más interesado de sacar la Ley de Libertad Sexual en vísperas del 8M, día de la mujer, antes que hacer una buena ley o un buen proyecto de ley, es frustrante. Faltas de ortografía, palabras no reconocidas por la Academia de la Lengua, desconocimiento profundo de la Jurisprudencia, invadir competencias autonómicas, incluir textos de otras leyes ya en vigor y no aplicar convenientemente el tratado de Estambul. Estas son cosas que pasan, cuando en el curriculum profesional de quien las hacen, sólo figura haber hecho pancartas para manifestaciones. Menos mal que llegará al Congreso y tendrá que ser revisada profundamente.
Pero además de estas “nimiedades”, oír al vicepresidente Iglesias decir que el ministro de Justicia es un “machista frustrado” o a la ministra consorte Montero decir que el máximo exponente de la ley es conseguir que el lema SOLA Y BORRACHA, QUIERO LLEGAR A CASA se convierta en realidad, me parece para echarse a temblar.
Si esta es la máxima aspiración para el feminismo del gobierno social comunista de Sánchez, conseguir que las mujeres estén solas y borrachas, es de locura. ¡ Qué poca estima tiene este Gobierno de la mujer, cuando su máximo objetivo es conseguir para ellas la soledad y la embriaguez.!
Llevamos años y años luchando contra el botellón, porque favorece el consumo del alcohol en edades infantiles y juveniles y nos encontramos con un slogan del mismísimo Gobierno fomentándolo.
Esto es incomprensible e intolerable e, imposible de entender cómo desde el Gobierno se frivoliza con el consumo del alcohol, el problema de salud pública más extendido entre los jóvenes y una auténtica lacra en muchos sectores poblacionales y extractos sociales.
Es una auténtica irresponsabilidad se mire como se mire, y se carga mucho tiempo de trabajo en la lucha por la concienciación de los jóvenes y demuestra a todas luces, la más mínima falta de altura de miras de quienes en estos momentos nos gobiernan.
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(*) Diputado nacional del PP por Segovia.
