Cuando empiezo este artículo no tengo nada pensado, aunque haya un asunto que es imposible quitárselo de la cabeza. Me duele muchísimo hablar del Coronavirus al ver la falta de previsión y de inacción que ha tenido el Gobierno y además recordar, el perverso comportamiento que tuvieron los del PSOE, Sánchez e Iglesias en la crisis del ébola. Pero no he tenido más remedio, al ver esta mañana un twitt miserable, indigno, impresentable y mentira, de un diputado socialista diciendo que la sanidad pública la arrasa el PP donde gobierna, sin decir que en las CCAA gobernadas por el PP (como la de Castilla y León) encabezan los rankings independientes en sanidad y las gestionadas por el PSOE siempre están a la cola.
No, no quiero seguir por ahí, sería caer en su mismo comportamiento mezquino. Quiero ser positivo en estos momentos, prudente, leal y no hacer leña del árbol caído. No quiero hacer política populista de tierra quemada, tan fácil y de una indigencia moral tremenda.
Nos esperan semanas difíciles, muy difíciles en las que se tendrán que tomar decisiones drásticas y rotundas y que alterarán nuestra vida ordinaria. Pero no hay más remedio. Tenemos que ser solidarios, ayudarnos unos a otros y tratar de salir todos juntos. Hemos de seguir todos las indicaciones de higiene y las recomendaciones médicas que nos den en caso de vernos afectados personalmente o a cualquier de los que conviven con nosotros.
Las consecuencias económicas posteriores serán tremendas, pero primero salgamos de esta y vayamos viendo y poniendo en práctica la forma de enfrentarnos a las mismas. Tenemos que trabajar y actuar con absoluta unidad, lealtad y solidaridad, y confiar plenamente en nuestros sistema sanitario español. Y en particular, con todos los profesionales que lo componen, pues ellos especialmente están viviendo un momento de presión profesional excepcional y con un sacrificio personal y familiar extraordinario, y no tendremos palabras suficientes de agradecimiento.
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(*) Diputada por Segovia.
