En julio, el presidente Sánchez nos anunció a bombo y platillo que habíamos derrotado la pandemia, y aquellas palabras me parecieron temerarias. Pero, ¿quién era yo para cuestionar las palabras del presidente, que se supone está informado en tiempo y en forma de todo?
Pero ahora veo, que esa autocomplacencia, los aplausos que le brindaron los diputados del PSOE en el congreso y todos sus socios y la propaganda posterior, no han ayudado nada, sino más bien todo lo contrario, han empeorado la situación.
Visto lo visto el presidente sigue sin dar ni una, ¨fue una imprudencia cantar victoria antes de tiempo, igual que lo fue mentir con la cifra real de fallecidos, o la de contagios o esconder los gravísimos daños de esta epidemia y sólo mostrar lo que pasaba en otra países, mientras ocultaba lo que pasaba en el nuestro. Y todo esto, no sólo es inmoral, sino que con ello ayudó a bajar la guardia de los ciudadanos, sobre todo a los más jóvenes. El virus no ha sido derrotado, los rebrotes están aumentado peligrosamente, los ingresados incrementan y los fallecidos no dejan de crecer¨.
Sánchez vuelve a tropezar en la misma piedra, en marzo fue el 8M – aunque ya lo sabía, como mínimo desde el 16 de enero- y ahora, se va y sigue de vacaciones mientras los contagios siguen y siguen. Sus errores y sus imprevisiones han destrozado la vida de muchos españoles y las consecuencias económicas y sociales, destrozarán las de muchísimos más.
España vuelve a ser el peor país del mundo en esta segunda oleada de la pandemia y también lo es en lo económico y social y, Sánchez, vuelve a rechazar la mano tendida del PP y las medidas propuestas, pero sigue encadenado a sus socios podemitas y nacionalistas. Pero lo peor no es esto, lo peor es que su error nos lleva a todos al abismo.
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Diputado del PP por Segovia.
