Tras 31 años como responsable de la Policía de Cuéllar, Javier Moreno ha comenzado a disfrutar de su jubilación. Y hace balance de una vida laboral, la que resume diciendo que ha supuesto un gran cambio para la institución. “La Policía Local de Cuéllar ha conseguido ser valorada y respetada por los vecinos, tanto de Cuéllar como de otras zonas”, asegura.
Reconoce que los comienzos en el cargo fueron “difíciles” en cuanto que existía cierta “falta de respeto” a los primeros policías. “Hubo algún momento en que el trato fue casi irrespetuoso hasta el punto de que en fiestas le arrebataban la gorra a un policía y se la lanzaban al suelo”. “Hoy, afortunadamente, todo el mundo conoce lo que supone ser un agente de la autoridad”, dice con cierta satisfacción.
Javier Moreno fue el primero de su promoción, y eso le permitió asumir la máxima responsabilidad de este cuerpo. Tras la oportuna formación ascendió a oficial y a inspector. Lleva como jefe de la Policía Local desde 1989.
Tanto la villa de Cuéllar como sus ciudadanos y su Policía se han transformado. De los 9.000 habitantes de entonces se ha pasado a casi 10.000 ahora. En materia urbanística han aparecido nuevos polígonos industriales, se han construido rotondas y colocado semáforos. Se han peatonalizado calles, instaurado la ORA y se construyó la circunvalación. Los encierros taurinos ahora están regulados y tienen unas normas estrictas con fama internacional.
El actual cuerpo de Policía Local, ya profesional, nació con diez integrantes. Ahora lo forman 16 (un oficial, un suboficial y 14 agentes), si bien no todas las plazas están cubiertas. También se ha dotado de más medios a la institución. “Estamos al mismo nivel que las policías de otros municipios grandes en cuanto a equipamientos. Otra cosa es el personal, en el que sí hemos estado siempre un poco escasos de recursos humanos, lo cual lo hemos intentado suplir a base de esfuerzo e implicación por parte de todos los integrantes de la Policía Local, a los cuales les estoy muy agradecido”. “Tenemos radar, sonómetro, alcoholímetro, etilómetro, vehículos… y para su utilización nos hemos tenido que ir preparando y formando”. “Ha sido más diverso el trabajo a realizar, pero la gestión es ahora más fácil”, asegura.
“Llevamos años reciclándonos porque los cambios han venido muy rápidos”. “Lo complicado fue al principio, sobre todo las fiestas de los dos primeros años”. Hoy, en cambio, la gente de Cuéllar ve a su Policía Local como algo necesario, totalmente integrada y valorada. “Nos llaman para todo y eso es porque confían en nuestro trabajo”. “Cierto es que hay que sancionar a gente que conoces, pero todo el mundo sabe lo que debe y no debe hacerse”. “Hemos dado un gran paso”, añade.
Sobre la puesta en marcha de la circunvalación en 2008, al inaugurarse la Autovía de Pinares (A-601), Javier Moreno mantiene que ha supuesto la retirada de mucho tráfico pesado. “Sin embargo, la circulación de turismos sigue siendo muy elevada. Cuéllar es un pueblo de servicios para toda la comarca y eso genera mucho tráfico”.
Por último, Javier Moreno agradece la colaboración prestada por los distintos alcaldes y concejales con los que ha trabajado. En total ha estado con seis corporaciones distintas. “He podido tomar decisiones con imparcialidad, con todos los que han estado en el Ayuntamiento me he entendido, y hemos seguido mutuamente las opiniones que nos dábamos”. Carlos Fraile, Jesús García, Marisa Fraile, Octavio Cantalejo, Mariano Molinero y Felipe Suárez han sido los seis alcaldes a cuyas órdenes ha trabajado.
Ahora Javier Moreno seguirá viviendo en Cuéllar porque, aunque no ejerza como jefe de la Policía, continuará siendo un vecino más que ha sabido ganarse el respeto y aprecio de todos los cuellaranos.

