Estoy absolutamente seguro que bastantes segovianos conocen a José Antonio Torquemada García ‘Torque’; porque, los que cumplimos algunos añitos, le hemos visto en el antiguo Peñascal arbitrando partidos de fútbol; y no solo en ese campo, también en otros terrenos de Dios, como pueblos, aldeas y cortijos. El ‘Torque’ es un clásico del arbitraje de base avalado por su peculiar historia fraguada a través de los muchos años que ya posee, aunque no se le note. Sí, porque José Antonio no cambia su semblante, su figura, la tersura de su piel, su forma y su agilidad. Parece como si hubiera vendido su alma al diablo (al de la calle de San Juan no, a otro menos conflictivo) para no envejecer nunca. Es una ‘rara avis’ de la naturaleza.
‘Torque’ fue árbitro en la década de los setenta en categoría provincial, también participó como juez de línea en la primera regional y algún encuentro en Tercera División En su trayectoria vivió muy intensamente esa labor: sentía en grado superlativo las decisiones que tomaba en el terreno de juego, producto de lo cual le generaba situaciones bastante comprometidas; pero él no claudicaba porque tenía las cosas muy claras y la cabeza a prueba de bombardeos dialécticos. Si había sido falta no se hable más: la razón está en el pito, que es el que manda y tiene la ‘auctoritas’; es decir, la capacidad necesaria para emitir una opinión cualificada sobre una decisión.
Pero llegó la etapa en la que ‘Torque’ colgó el silbato y pensó que su excelente trayectoria futbolística debía tener continuidad. ¿Qué mejor destino que el fichaje por la Segoviana? Y así, por influjo de un espíritu cuasi santo, se ve en su tarea como utillero gimnástico, aportando la experiencia de combate en mil batallas y la sapiencia que le otorgan los años vividos, palpando de cerca el deporte de su tierra, que la ama tanto como a su club azulgrana, de los mismos colores que su otro amor de primera: el Barça de Messi.
José Antonio Torquemada García ‘Torque’ es un eterno practicante de la vida entre balones de fútbol. Comunicador nato de pensamientos que, voz en grito, divulga en su terreno; por ello, es digno de estar considerado como personaje genuino del deporte segoviano.
