Pues sí. La margarita no se deshoja. Llevamos desde antes de la Semana Santa ¡vaya cruz este año! y aún se nos tiene con la incertidumbre sobre qué va a pasar con las ligas de fútbol. ¿Será que las competiciones ligueras están también infectadas por el bicho? El estado de alarma, la cuarentena devenida, las proclamas diarias de los ministros, las semanales del presidente y las doctrinas de los científicos, están volviendo majaretas a los responsables institucionales del balompié. Han perdido el rumbo y la decisión de tomar alguna medida; por lo menos, para serenar los nervios de clubes, jugadores y afición, que se comen las uñas esperando a que les cuenten algo.
Desconocemos en la categoría de la ‘creme de la creme’ quiénes serán los que jugarán la Champions y la Liga Europa. La UEFA unos días dice “arre” y otros dice “so”. Ya no se sabe ni quiénes son los burros para llevar esa carga a buen destino. Por ello, además, si trasladamos tal situación a nuestro santo país, la Federación Hispánica está también deshojando otra margarita: ¿continuar jugándose la Liga Profesional, aunque sea a puerta cerrada? ¿Aplazarla ‘sine die’? o ¿la damos por terminada, y aquí paz y después gloria? Así, quedaría campeón el que estaba de ‘leader’ el 14 de marzo. Una vez más, para esto también vale el estado de alarma. ¡Es una caja de sorpresa este estado, sirve ‘pa tooo’!
Metidos en lo que respecta al fútbol de nuestra tierra, la situación se aclara un poco, no demasiado: Se cree que, a fecha de hoy, la RFEF ha decidido dar por finiquitadas todas las ligas no profesionales, como la Tercera División. Entonces, surgen otras margaritas que tampoco se sabe cómo deshojarlas. ¿Cómo quedan resueltos los ascensos y descensos? Parece que descensos no habrá. Mejor para La Granja. ¿Cuáles van a ser las composiciones de los grupos de Segunda B? Quedan algunas margaritas por deshojar. A este paso se va a marchitar el campo de margaritas, ¡con lo bonitas que son!
