Javi Guerra tenía varios objetivos que cumplir en la maratón de Tokio, que preparó con mimo llegando incluso a viajar una semana antes de la carrera con el fin de evitar el jet lag. Y solo se quedó sin cumplir el de superar su marca personal de 2:09:11 que consiguió en la maratón de Londres que disputó en el pasado mes de abril, puesto que en Tokio se vio perjudicado por una carrera más táctica que rápida, puesto que la multitudinaria maratón era clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Río, y los atletas japoneses luchaban más por un puesto que por mejorar sus registros.
El atleta segoviano del Adidas sí logró, en cambio, varios objetivos quizá no tan ambiciosos, pero también importantes, ya que se clasificó entre los diez mejores de la carrera, con lo que ya suma dos maratones de los más importantes del mundo entrando entre los mejores, con lo que indudablemente se mantiene en lo más alto de la élite nacional en lo que la distancia se refiere. Y el crono de 2:11:01 se convierte en su segunda mejor marca personal, por lo que la satisfacción en el entorno del corredor segoviano era patente.
Guerra tuvo que competir en una carrera en la que las liebres tuvieron poco que hacer, ya que se corrió a tirones, con parciales de cinco kilómetros superiores a los 16 minutos, algo impensable si lo que se pretende es realizar una buena marca en los 42.195 metros. El atleta segoviano se instaló cómodamente en el grupo de los japoneses, una vez que los corredores africanos cogieron distancia para disputarse una victoria que finalmente cayó del lado del etíope Feyisa Lilesa por delante de los keniatas Kipyego y Chumba.
Poco a poco Guerra se fue quedando solo junto al japonés Yuki Takamiya, que finalmente le superó al sprint, con lo que el pupilo de Antonio Serrano se clasificó en la novena plaza de entre 36.000 atletas. Sin duda, una gran experiencia para el atleta segoviano de cara a unos Juegos Olímpicos en los que el estilo de carrera será muy parecido al de la maratón de Tokio.
