Javi Guerra se ha instalado con total comodidad en la élite del atletismo nacional. Aquellos que le auguraban un gran futuro en las pruebas de fondo no se equivocaron en absoluto, porque desde hace varios años el atleta segoviano se está encargando de demostrar que hay pocos deportistas nacionales capaces de doblegarle en carreras de larga distancia.
Desde que en el año 2013 se proclamara campeón de España de maratón en la carrera celebrada en La Coruña, el atleta ahora en el C.A. Adidas se ha convertido en referencia española, y también europea, en la distancia olímpica por excelencia. Con los Juegos Olímpicos de Río en el horizonte, el segoviano se ha marcado otros objetivos más a corto plazo, como la participación en la maratón de Tokio, una de las más selectas del mundo, o el campeonato de España de Media Maratón que en la jornada de ayer se celebró en la localidad alicantina de Santa Pola.
Llegaba el atleta segoviano con mucha confianza a la prueba tras buenas semanas se entrenamientos (y liberado del susto de la caída en la Carrera Fin de Año), y aunque no tuvo tiempo de reconocer el circuito, las referencias que tenía de él eran las adecuadas, como se pudo comprobar durante la carrera, en la que tomaron parte más de 9.000 atletas.
Junto a Javi Guerra se presentaron en la línea de salida una legión de atletas africanos diseñados genéticamente para correr, y que todos los participantes sabían inalcanzables, pero también una pléyade de corredores nacionales deseosos de hacerse con el título de campeón nacional en una distancia que no es olímpica, pero que se ha hecho con un hueco en los calendarios de las distintas federaciones de atletismo, ya que es una prueba exigente sin duda, pero no tan agonística como la maratón, y por tanto mucho más abierta a la participación de los atletas populares.
Rivales de entidad como Jesús España, acompañado por su hermano Francisco, Ricardo Rosado o Alejandro Fernández amenazaban el primero de los dos objetivos propuestos por Guerra, que quería ganar la el título de campeón de España, pero también dejar su marca en la media maratón por debajo de la hora y cuatro minutos, una marca mínima para tomar parte el 26 de marzo en el campeonato del mundo de la distancia que se celebrará en Cardiff.
El primer cuarto de la carrera fue más táctico que bélico. Los atletas comenzaron a coger su ritmo, marcando un paso inferior a los tres minutos por kilómetro, hasta que superado el cinco de carrera, los africanos apretaron, y metieron medio minuto de ventaja al grupo de atletas españoles que hasta entonces viajaban con ellos.
Javi Guerra, sin desgastarse más de lo necesario, tenía claro dónde iniciar su ataque, y lo llevó a cabo antes del kilómetro 15. Superó a Zelamen Bacha, uno de los cinco africanos que marchaban por delante, y con paso firme se dirigió a por el título nacional, toda vez que alcanzar al cuarteto de cabeza se antojaba una misión imposible.
Así, el segoviano cruzó tan contento la meta, a un 1’20 del ganador final, Morris Munene, pero con el doble objetivo conseguido: campeón de España, y mínima para el Mundial de Cardiff con un crono de 1:02:22, un tiempo que no está al alcance de demasiados atletas en España. Otro logro más para un atleta que ha hecho de la profesionalidad y el sacrificio en los entrenamientos la llave para conseguir los éxitos.