Satisfecho, aunque no feliz. Así se encuentra Jaime Patiño Mitjans, el ganadero al que la Junta de Castilla y León deberá pagar cerca de 130.000 euros por los daños ocasionados a su ganadería por los lobos, según dos recientes sentencias de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. “Las dos sentencias me dan la razón en cuanto a la pésima gestión que ha llevado la Junta en este asunto y, además, tapan mi ruina”, relata.
La cabaña de su propiedad, integrada por unas 280 vacas reproductoras y cinco toros, ha conseguido vender en los últimos años una media de 80 terneros, cifra muy inferior a la de ganaderías de su tamaño, capaces en su mayoría de comercializar en torno a 200 ejemplares. No obstante, este año espera incrementar la producción hasta llegar a un centenar de terneros, gracias a un novedoso sistema para reducir los daños de los lobos, en base a trasladar a las madres a zonas con menos riesgos, donde permanecen semiestabuladas.
Tras las dos sentencias, contra las cuales la Junta no pude interponer recurso ordinario, Patiño se brinda a poner a disposición de todos los ganaderos el sistema de valoración de daños que ha conseguido que los tribunales le dieran la razón.
“Hemos elaborado un método muy exhaustivo”, asegura, agradeciendo a quienes han participado en dicha tarea —un equipo multidisciplinar de profesionales— el trabajo realizado. “Las conclusiones a las que se llega son irrefutables”, subraya este ganadero espinariego, quien explica que no se valora únicamente el ternero muerto, sino otros perjuicios. Se ha valorado, por ejemplo, el estrés de la vaca cuando su ternero es atacado por un lobo. “Está demostrado —asegura Patiño—que cuando a una vaca la arrancan su ternero, sufre un estrés traumático y disminuye su fecundidad”. Según el ganadero, “esa vaca no pare ese año, como debiera; a lo mejor tarda año y medio, dos años, o incluso tres”. Él entiende que el “brutal estrés” de su ganadería motiva una reducción considerable de los partos.
A su juicio, la solución al conflicto entre el hombre y el lobo pasa por “capturarlos”, pues la Unión Europea no autoriza su caza al sur del río Duero y “llevarlos a las zonas que la Junta estime oportunas”. Patiño está molesto, entre otros motivos, porque la Junta presentó hace unos años unos lazos para capturar lobos y “después de que nos enseñan lo que hay que hacer no nos permiten hacerlo”.
Patiño se pregunta, una y otra vez, “¿por qué tengo que ser yo quien asuma los daños de los lobos y no la Junta?”, lamentado, al tiempo, la “falta de diálogo” de la Administración Regional. “Me irrita profundamente que José Ángel Arranz [director general de Medio Natural de la Junta] vaya a inaugurar un ‘Centro del Lobo’ que ha costado tres millones de euros y, al tiempo, a los ganaderos de aquí no nos haga ni caso”.
El ganadero espera que, tras estas sentencias, la Junta reconsidere su postura y “nos empiece a escuchar”, si bien desconfía de ello. “Los verdaderos ecologistas somos nosotros; somos los que cuidamos el medio ambiente, plantamos árboles, criamos vacas… Por ello, entiendo que somos merecedores de ser escuchados”, acaba.