Con motivo del 25 aniversario de la muerte de Jaime Gil de Biedma, uno de los poetas más destacados de la llamada ‘Generación del 50’, la Diputación de Segovia ha impulsado dos iniciativas en memoria del escritor, cuyos restos reposan en el cementerio de Nava de la Asunción.
Después de que el pasado mes de enero se presentara la primera, un libro recopilatorio de poemas firmados por los ganadores del Premio Internacional de Poesía Gil de Biedma, que ha cumplido 25 años, ayer se dio a conocer la segunda, consistente en exponer cada semana, en el zaguán de la Diputación, una obra de un artista segoviano inspirada en el poeta.
El presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, explicó ayer que la última idea, impulsada por el área de Cultura de la institución provincial, espera contar con la participación de cerca de 40 artistas, a quienes se les invitó a crear una obra que guardara algún tipo de relación con Gil de Biedma. Entre quienes respondieron a la convocatoria estaba José Luis López Saura, autor de ‘No volveré a ser joven’, la obra con la que se inaugura el ciclo dedicado al poeta nacido en Barcelona.
López Saura, uno de los pintores más acreditados de Segovia en la actualidad, creó una obra en la que aparece Gil de Biedma, de perfil, y de cuya boca salen, como si de un cómic se tratara, el arranque de una de sus poesías más conocidas: “Que la vida iba en serio / uno lo empieza a comprender más tarde /-como todos los jóvenes, yo vine / a llevarme la vida por delante”. Preguntado por qué había elegido precisamente esos versos, López Saura indicó que, a su juicio, “reflejan la parte final de su vida”. Además, el pintor explicó que con el rojo que figura en el fondo del cuadro quería mostrar el “dramatismo” de la vida de Gil de Biedma, fallecido el 8 de enero de 1990, a la edad de 60 años.
La diputada de Cultura y Juventud, Sara Dueñas, dijo entender el ciclo expositivo ayer inaugurado como “un homenaje de los artistas segovianos a Gil de Biedma”, agregando que en las próximas semanas los segovianos “podrán descubrir cómo ha inspirado el poeta a los creadores de aquí”. Aunque la Diputación todavía está recibiendo obras para su inclusión en este ‘ciclo Gil de Biedma’, Dueñas pronosticó que se expondrán cerca de 40, de las cuales unas 25 han sido donadas por sus autores a la institución provincial.
Ahora, y a lo largo de esta semana, el público podrá contemplar, en el horario habitual de la Diputación —de 09.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00— la obra de López Saura.
Aprovechando la inauguración de este ciclo expositivo —incluido en el proyecto ‘UNA’, que ofrece a los artistas segovianos el zaguán de la Diputación para que muestren allí una de sus obras durante una semana— Vázquez informó que la institución provincial ha editado un libro, ‘Ciento de UNA’, donde se recogen las cerca de cien obras que han pasado por ese espacio desde la puesta en funcionamiento de esta iniciativa.
Uno de los grandes del siglo XX
Jaime Gil de Biedma nació en el año 1929 en el seno de una familia acomodada, en Barcelona, ciudad a la que su padre había ido a trabajar en la Compañía de Tabacos de Filipinas. Estudió Derecho en Barcelona y Salamanca, y desarrolló una importante actividad empresarial dentro del negocio tabaquero familiar.
En cuanto a su poesía, en la Universidad conoció a numerosos poetas, de la posteriormente llamada ‘Generación del 50’. Entre ellos, Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, José Ángel Valente y José Manuel Caballero Bonald. Su poesía evolucionó desde los primeros poemas, intimistas, a otros de compromiso social. Utilizó un lenguaje coloquial, desnudo de toda referencia innecesaria.
En 1974, Biedma padeció una crisis que le llevó a dejar la vida literaria y recluirse en el nihilismo. Además, el desencanto de los intelectuales de izquierdas tras la transición a la democracia le abocó a la desesperación. Murió de sida en enero de 1990, al lado de su último compañero, el actor Josep Madern. Sus restos fueron incinerados y enterrados en el panteón familiar de Nava de la Asunción.
En esta localidad segoviana había vivido largas temporadas —incluyendo la Guerra Civil— y allí escribió parte de su diario y algunos poemas.
Tras su muerte, la Diputación convocó un premio de poesía con su nombre. Otro tanto haría más tarde, a partir de 2004, el Ayuntamiento de Nava de la Asunción.