Pues, por aquello que buscando he encontrado noticias de aquí, de allá y de en medio que, piensa que te piensa, he llegado a considerar que podrían ser interesantes para aquellos mortales que dedican su tiempo libre a hojear e incluso a leer, ahora voy y se las sirvo para el que el desayuno sea completo.
Apartado de iglesias:
San Pedro ad Vincula (1) ‘de los Picos’, ubicada en el barrio de San Esteban, cerca, muy cerca, de la Puerta de Santiago (El Refugio de Pobres), debe su nombre a los picos que adornaban la cornisa de su torre.
¿Me permiten unos datos en forma de ‘tuí’?:
– Fue parroquia. Su antigüedad data de 1247. Construcción de mampostería y ladrillo de una sola nave.
Entre 1566 y 1867 estuvo agregada a San Nicolás. En el último año citado ‘pasó’ a San Martín.
– Durante la peste de 1598 fue utilizada como hospital y más tarde como cuadra.
– Tras el usufructo que del lugar mantuvo el Conde Francisco de Melgar, durante 50 años (1961-2011), concedido por la Comisión Provincial de Monumentos, el recinto regresó a la propiedad del Estado. El señor Melgar solo podía utilizar el ábside y la torre. Él fue quien levantó, a sus expensas, la derruida nave.
– El lugar lo ‘atiende’ el Ministerio de Cultura y las llaves se guardan en la Subdelegación del Gobierno.
– La imagen de San Pedro, ‘el de Los Picos’, se puede ver en la iglesia de la Trinidad.
– La campana de su torre -sus restos-, única del templo románico, se encuentra depositada en el Museo Provincial.
Por San Clemente
Hago referencia a la que fue entrada principal de la iglesia y parroquia que fue de San Clemente (construcción siglos XII-XIII), la que pone cara a la Av. del Acueducto. Ahora la verán tapiada y dos metros del nivel de la calle. Se quedó así cuando ‘rebajaron’ el terreno para construir comercios y otras dependencias (como ejemplo el primer parque de bomberos de la ciudad). Se conoció entonces como Fernández Ladreda, dado que hasta principios del siglo XX la referida iglesia daba el nombre a la calle.
En 1968 se descubrió, durante las obras que se desarrollaban en las monjas Reparadoras, un singular conjunto pictórico mural correspondiente al primer estilo gótico. (2)
Durante la Guerra de la Independencia quedó destruida parte de la torre. En 1812 fue reconstruida. Veinticinco años después llegaron los carlistas y lo hecho, lo deshicieron.
Todos sus fondos documentales fueron trasladados a San Millán, que los custodia.
Nueve son las iglesias que en España están dedicadas a San Clemente Papa. En Segovia hay dos, la que ya hicimos referencia, y la de Tabladillo.
Arco de San Martín
Seguro que lo que les cuento a continuación es conocido hasta por el diablo progre de San Juan. Lugar de lo más apropiado donde instalar un rótulo municipal con la frase: ‘Subida del diablo’, antes c/San Juan. ¿Se han preguntado qué sería esta ciudad sin diablo progre? (3).
¡Qué bonito, qué bonito! Chimpún.
A lo que te voy. El Ministerio de Hacienda, referencia a los años 1869 y 1876, puso a la venta pública la Puerta de San Martín. Así, como lo leen. El lugar había sido cedido por el Ministerio de la Guerra al referido ministerio y dado que no sabía qué hacer con ‘aquello’, esperaba comprador y así quitárselo de en medio. No hubo postor.
La Academia de San Fernando, la que defiende, ha defendido y espero que continúe por ese camino, el patrimonio arquitectónico español, se opuso desde el primer momento a esa venta.
Luego, pasados unos años (1888), la puerta fue derribada, no sin gran polémica, y si te he visto, no me acuerdo.
Informo que desde 1595 (4), tuvo instalado un reloj público.
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(1) ‘Ad víncula’ proviene de las cadenas que San Pedro llevaba en los pies durante su cautiverio en Roma. En Segovia hay dos iglesias, Aldehorno y Perorrubio, que lo tienen como patrón.
Advíncula, apellido español, significa ‘en cadenas’ o ‘encadenado’.
(2) Para más conocer: Matilde Azcárate ‘Las pinturas murales de… San Clemente’ Ed. Caja Segovia, 2002.
(3) “Que levanten la mano los que estén hartos de ver el mundo manejado con los pies” -Quino, a través de Mafalda-.
(4) J. Antonio Ruiz Hernando ‘La Puerta de San Martín’, Estudios Segovianos, 1994.
