El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechazó ayer la propuesta del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, de crear una comisión internacional para investigar el sangriento asalto del lunes a la Flotilla de Hamas. «Le he dicho que la investigación de los hechos debe ser conducida de forma responsable y objetiva, y que estamos buscando otras alternativas», declaró el mandatario.
El mandatario contestaba así a las preguntas de los periodistas sonre la idea de Ban de que un comité presidido por el ex primer ministro neozelandés Geoffrey Palmer investigue el asalto militar el pasado 31 de mayo al barco Mavi Mármara, en el que murieron nueve activistas turcos.
El panel contaría con representación israelí, turca y estadounidense, según la iniciativa, que finalmente ha sido desestimada.
«En la conversación con Ban le comuniqué toda la información que tenemos sobre la conducta de los miembros del grupo extremista turco (el IHH, organizador de la flotilla) que apoya el terrorismo», agregó Netanyahu. «Le dije -subrayó- que hay que descubrir quien los organizó, quien los financió, quien los equipó y cómo subieron al barco».
La propuesta se veía con buenos ojos en el Ministerio de Asuntos Exteriores y llegaba después de que las autoridades de Tel Aviv rechazaran el establecimiento de un comité similar al que determinó que Corea del Norte había hundido el pasado marzo un barco de guerra de su vecino del sur.
El sábado, los soldados israelíes abordaron, esta vez sin incidentes, otro barco de la flotilla humanitaria para romper el bloqueo a Gaza, el Rachel Corrie, que se había quedado retrasado. Sus 19 tripulantes fueron deportados ayer a sus países de origen, tras haber aceptado la repatriación voluntaria.
La comunidad internacional ha pedido de forma unánime al Estado judío que investigue las circunstancias de su abordaje en aguas internacionales de uno de los barcos de la Flotilla de Hamas, una expedición cargada con toneladas de ayuda humanitaria y con unas 750 personas a bordo.
El pasado jueves, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, manifestó su apoyo a que una comisión pública «abierta y transparente» investigue lo sucedido, aunque abogó por que esté liderada por un jurista hebreo. Tel Aviv asegura que sus soldados se vieron obligados a abrir fuego para salvar sus vidas de la «extremadamente violenta» reacción de los activistas que se encontraban en los barcos.
El caso recuerda al debate que se produjo sobre el establecimiento de un comité internacional que efectuase una investigación creíble e independiente sobre la ofensiva israelí en la franja de Gaza de hace año y medio, que causó la muerte de unos 1.400 palestinos, en su mayoría civiles.
Las autoridades de Tel Aviv optaron finalmente por desoír las peticiones internacionales y limitaron su respuesta a la investigación interna que el propio Ejército hebreo había efectuado y en la que exculpó a las tropas.
Naciones Unidas estableció por ello un comité, liderado por el juez sudafricano Richard Goldstone, que acusó a Israel y al movimiento islamista Hamas, que controla Gaza, de crímenes de guerra.
El mismo día en que se conocía la propuesta de la ONU para investigar el asalto del lunes, el viceprimer ministro y portavoz del Gobierno de Turquía, Cemil Çiçek, aseguró que los integrantes de la Flotilla de Hamas sufrieron torturas durante su retención en Israel. «Visité, junto al primer ministro (Recep Tayyip Erdogan), a los heridos hospitalizados. Lo que nos explicaron es algo que la conciencia humana es incapaz de aceptar. Sufrieron serias torturas. Se ve claramente en las marcas que dejaron en sus cuerpos», afirmó en declaraciones publicadas por el diario Milliyet.
El presidente de la ONG turca IHH y uno de los principales organizadores de la flotilla, Bülent Yildirim, ya acusó el viernes a Israel de haber sometido a sus activistas a «torturas físicas y psicológicas». En declaraciones a la televisión NTV, miembros de la expedición aseguraron haber sufrido «tocamientos genitales» y otros tipos de torturas sexuales.
Por otra parte, el diario turco Hürriyet publica ayer una serie de fotografías realizadas por los miembros de la flotilla en las que se ve a varios soldados israelíes heridos. En una de las imágenes se aprecia a un soldado llorando y con la cabeza ensangrentada supuestamente tras haber sido apaleado por los tripulantes del barco. En otra se ve a un militar encapuchado, ensangrentado, tirado en el suelo y rodeado por varios activistas.
Las imágenes fueron extraídas de las tarjetas de memoria de las cámaras con la ayuda de programas de recuperación de datos, ya que las autoridades israelíes habían trataron de inutilizarlas supuestamente para no dañar la imagen de sus Fuerzas Armadas.
