Este fin de semana los Vikingos han tomado el Cerro de la Hoya de El Espinar. Han venido más de doscientos recreadores que han montado un campamento en una ladera muy próxima al casco urbano pero aislada de la civilización para que en las imágenes no se vean cables eléctricos, ni casas, ni señales… En las tiendas realizan exhibiciones de utensilios medievales, vestimenta, juegos y reproducen torneos y batallas. Completan las actividades con charlas y con un mercado y la feria de la cerveza (también tienen hidromiel).
He tenido la suerte de asistir a la ponencia de Jesús Patón sobre el proyecto Velosiellum que, gracias a Vellosillo Dreams, una asociación creada por los vecinos de esta pequeña pedanía de Sepúlveda para luchar contra la despoblación (dos vecinos en invierno que en verano pasan los doscientos) parece que va a ver la luz. Se trata de arqueología experimental y pretenden crear un poblado que investigue y recree las edades del bronce, del hierro, Roma y las invasiones germánicas. El fin del proyecto es, a través de la pedagogía y del atractivo turístico conseguir activar la zona. Espero que pronto podamos visitar el conjunto de aldeas y aprender algo más sobre la vida cotidiana de los primeros pobladores de Castilla.
En El Espinar Iván Aguilera investiga sobre el enclave de Canto de Los Hierros y es posible que en algún momento podamos plantearlo como una iniciativa factible para conocer cómo vivían los primeros pobladores espinariegos y de dónde vinieron.
