Irán y las seis potencias que conforman el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China, Francia y Alemania) consiguieron cerrar ayer un acuerdo final sobre el programa nuclear iraní, con el que las autoridades de Teherán conseguirán una reducción de las sanciones a cambio de concesiones en su programa atómico.
El presidente iraní, Hasan Rohani, calificó de “victoria” el acuerdo y aseguró que es resultado de la “firmeza” demostrada por su país durante las negociaciones. Asimismo, aprovechó para tender la mano a los países de la región, a los que invitó a no creerse la “propaganda” de Israel.
“Estoy encantado de anunciar que después de 23 meses de negociaciones, esta administración ha conseguido alcanzar un nuevo punto, un nuevo capítulo en la historia”, sostuvo Rohani en una declaración televisada a la nación.
Rohani, que criticó las sanciones impuestas contra su país, aseguró que su gobierno “cree en el diálogo” y defendió que “la firmeza, resistencia, paciencia y perseverancia” de los iraníes resultaron ser la “clave para esta victoria”.
“Hoy es el fin de los actos de tiranía contra nuestra nación y el inicio de la cooperación con el mundo”, subrayó. “Este es un acuerdo recíproco. Si ellos lo cumplen, nosotros lo haremos. Los iraníes siempre hemos cumplido las promesas y tratados”, aseguró.
El presidente iraní dedicó buena parte su intervención a resaltar los beneficios que lo acordado tendrá para el país árabe, principalmente que una vez esto se aplique “se levantarán todas las sanciones, no serán suprimidas”.
Según explicó, la primera fase del acuerdo fue el anuncio de ayer, a la que seguirá como segundo paso la aprobación del texto por el Consejo de Seguridad de la ONU. La tercera fase, añadió, “será dos meses después de la resolución del Consejo” y será entonces cuando el acuerdo entrará en vigor con la declaración por parte de las partes de su disposición a empezar a actuar.
La bomba atómica
Para Rohani, la plena aplicación del acuerdo “puede desmantelar el muro de desconfianza ladrillo por ladrillo”. “Hoy es un nuevo capítulo para trabajar hacia el crecimiento y el desarrollo de nuestro querido Irán, un día para que nuestros jóvenes sueñen de nuevo con un futuro más brillante”, aplaudió.
El presidente iraní insistió en que Irán “no busca armas de destrucción masiva” y que incluso el líder supremo, Alí Jamenei, prohibió expresamente “el desarrollo, el uso o adquisición de tecnología nuclear militar e Irán nunca ha tenido bombas atómicas”.
En este sentido, pidió a los “vecinos” de Irán que “no se dejen engañar por la propaganda del belicista régimen sionista”. “La seguridad de la región es nuestra seguridad, la estabilidad de la región es nuestra estabilidad, igualmente, nuestro progreso es el de la región”, insistió.
Con esta alusión, Rohani se refirió indirectamente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien criticó el acuerdo e incluso telefoneó al presidente norteamericano, Barack Obama, para advertirle de que “permitirá a Irán obtener armas nucleares, bien respetando el acuerdo durante diez o 15 años o violándolo por anticipado”. Además, según el jefe del Gobierno de Israel, la República Islámica tendrá acceso a “miles de millones de dólares” con los que tarde o temprano “pasará a financiar la maquinaria de terror y guerra”.
Precisamente, Barack Obama, hizo aparición ayer para destacar la importancia del acuerdo alcanzado con Irán, al tiempo que amenazó al Congreso norteamericano con usar su capacidad de veto si adopta medidas que vayan en contra de ese pacto.
En una declaración sin preguntas ante la prensa en la Casa Blanca, Obama destacó que el pacto impone una serie de condiciones a Irán para que reduzca su programa nuclear, paralice algunas actividades y dé pleno acceso al personal de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) para supervisar sus instalaciones civiles y militares.
En contrapartida por las concesiones de la República Islámica, la comunidad internacional acepta proceder con una “rebaja” de las sanciones contra las autoridades de Teherán y se reserva un mecanismo para “reactivarlas” en “65 días” si hay un incumplimiento de un punto del pacto.
El acuerdo, según subrayó el presidente norteamericano, se articulará por medio de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el máximo órgano de decisión del organismo multilateral. “Si Irán incumple, todas las sanciones se reactivarán”, advirtió el mandatario norteamericano, que compareció acompañado por su vicepresidente, Joe Biden.
