Irán vuelve a la carga. Y es que, después de que el pasado fin de semana prohibiera la exportación de crudo a Francia y el Reino Unido -que ayer se hizo efectiva- por las sanciones aprobadas por la UE contra el régimen islámico por su polémico programa nuclear, ayer el viceministro de Petróleo, Ahmad Qalebani, amenazó de nuevo con irrumpir de forma inmediata la venta de combustible a otros seis países de los Veintisiete: España, Grecia, Holanda, Alemania, Portugal e Italia.
La advertencia, que ya se había hecho hace unos días, aunque posteriormente fue negada por el propio Ejecutivo de Teherán, es un aviso a las naciones comunitarias, que decidieron vetar la importación de crudo a partir de julio. «Indudablemente, si continúan las acciones hostiles de ciertos países europeos, se interrumpirán las exportaciones a esos Estados», subrayó el político, que remarcó sus palabras con un «todos los escenarios están sobre la mesa».
Qalebani, quien es además el director gerente de la Compañía Nacional del Petróleo Iraní, señaló que el precio del combustible alcanzará, en un futuro cercano, los 150 dólares por barril de Brent. En estos momentos, el coste de referencia en Europa se sitúa en 121 dólares.
Eso sí, el régimen de Mahmud Ahmadineyad continúa dando una de cal y otra de arena. Y es que, a pesar de sus amenazas, la república islámica mantuvo que confía en que su relación con la Unión Europea, pese a sus «altibajos», volverá a «su estado anterior». Así lo indicó el ministro de Exteriores, Ali Akbar Salehi, quien agregó que «la UE no puede estar sin nosotros, y Teherán, debido a sus antiguas relaciones con esas naciones, necesita a Europa».
Asimismo, Salehi advirtió de que los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que llegaron ayer al país, «no visitarán las instalaciones nucleares» de la nación, si bien no precisó las causas de este veto.
Los expertos del OIEA prevén estar hasta hoy en la república, un viaje durante el cual mantendrán diversas entrevistas con las autoridades.
«no va a ser fácil». Por otro lado, y pese a que el pasado domingo Estados Unidos señaló que cada vez existen «más posibilidades» de que Israel inicie una ofensiva militar sobre Irán, eso sí, de manera unilateral, la Casa Blanca manifestó sus dudas sobre la viabilidad de ese ataque contra el programa nuclear islámico, teniendo en cuenta los medios con los que cuenta Tel Aviv y las defensas y capacidad de respuesta de Teherán.
«A todos los expertos que dicen oh, sí, bombardead Irán; no va a ser tan fácil», advirtió el teniente general retirado David Deptula, que abandonó el Ejército en 2011 y fue el responsable de planificar las ofensivas aéreas estadounidenses de la Guerra de Irak de 1991 y la ofensiva de Afganistán de 2001.
Los analistas y responsables militares destacan la envergadura y la complejidad de una operación que implicaría atacar objetivos situados a más de 1.600 kilómetros, por lo que sería necesario un repostaje en el aire, y obligaría a emplear más de un centenar de aviones de combate.
«Solo hay una superpotencia en el mundo que puede llevarlo a cabo», afirmó el general Deptula. «Israel es bueno en ataques selectivos, aquí y allá», agregó.
EEUU cuenta con bombarderos, aviones invisibles y misiles de crucero que podrían destruir las instalaciones nucleares iraníes.
