Después de más de mil días sin renovar los órganos básicos constitucionales, ya no caben excusas por parte del PP. Ni ocurrencias, ni desprecios, ni ataques a nuestra democracia son aceptables por un partido que gobierna diferentes gobiernos en nuestro país, y que lo hizo en el pasado en el central. Los resultados electorales, como demócratas se deben aceptar, como principio básico y no pretender a mitad de partido variar las reglas del juego o manipular el sentido constitucional.
Quiero manifestar mi respeto absoluto a la administración de justicia y el poder judicial, y por ello creo que la situación no contribuye a su dinámica y prestigio, pero menos la utilización del PP de su falta de renovación para hacer desgaste político al gobierno progresista en España.
El Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, etc. forman parte del marco constitucional básico y un partido de Estado no puede hacer insumisión, como hace el PP, por lo que es urgente la vía del acuerdo y consenso para proceder a su renovación cuanto antes.
Pero también produce sonrojo volver a comprobar como el todavía líder del PP, el señor Casado vuelve a Europa a hablar mal de España, a intentar poner impedimentos a la llegada de los Fondos europeos de reconstrucción, no reconocer el éxito de la campaña de vacunación por la covid, la campaña de evacuación de Afganistán e incluso a despreciar las potencialidades de nuestro país. Como muchos españoles, me pregunto, si nadie en el PP va a parar esta sin razón contra los intereses generales como país, el de empresas, trabajadores, organizaciones, etc. o si por el contrario ya se han mimetizado tanto con sus ‘siameses’ de la ultraderecha, que ya no es posible.
Considero necesario recalcar que sigo con preocupación la subida del precio de la electricidad, que por otra parte también se produce en otros países europeos y por ello, creo acertadas las decisiones del gobierno, rebajando este verano el IVA al 10 %, la tramitación parlamentaria de la Ley de creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema eléctrico, subastas de renovables y ayer con la prórroga de la suspensión del impuesto sobre la venta de producción de energía eléctrica, reducción del impuesto especial sobre la electricidad desde el 5,1 % al 0,5 %, ampliación en 900 millones del límite del importe recaudado con las subastas europeas de CO2 para cubrir costes del sistema eléctrico, con el mecanismo de minoración del exceso de retribución causado por el elevado precio del gas en los mercados internacionales, y también la limitación de la revisión de los precios de la tarifa regulada del gas natural. Además convocará subastas de tecnologías no emisoras y seguiremos con los suministros mínimo vitales y se modificará la ley de Aguas para regular el agua embalsada para uso hidroeléctrico. Todo para conseguir la rebaja de la factura un 22 % hasta final de año y proteger a los consumidores vulnerables.
Sería deseable que no hubiera ‘insumisión’ de las derechas para poderle implementar las medidas, y también más responsabilidad social de las empresas para entender que es el momento de arrimar el hombro.
(*) Diputado del PSOE por Segovia.
