Hemos celebrado ya el XXV Torneo de Tenis en La Estación, otro tanto sucederá con la Feria de Artesanía de San Rafael; el próximo 18 de agosto se celebrará el X Certamen de Pasodobles Toreros, ya vamos por el XIII Concierto de las Teas, la Escuela de Dulzainas nos ha acompañado otros veinticinco años…; cuántas Fiestas de los Gabarreros, Marchas de las Tres Cumbres, subidas nocturnas a Cabeza Reina, carreras ciclistas organizadas por el Club Ciclista Caloco, Fiestas de San Cayetano, Semanas Culturales en la Estación, etc.
En definitiva, se trata de iniciativas que alguien de nuestro entorno un día tuvo y que hoy consideramos parte de nosotros mismos, de nuestras vidas, de nuestra forma de entender un pueblo, un municipio. Todas ellas conforman al final nuestra propuesta de cara al exterior; eventos que hacen nuestro pueblo más atractivo y, a la postre, con más posibilidades de motorizar la generación del empleo local que tanto necesitamos.
Precisamente por todo ello, valoremos que esta fábrica de ideas no se pare y a las ya descritas se unan otras que surgen con fuerza: la Asociación que se encarga de la recuperación del entorno de la ermita de la Virgen del Carmen, junto con la Asociación de Amigos del Caballo han dado un impulso ejemplar a otra más: la Romería de la Virgen del Carmen.
Desde su creación hace algunos años, el CIT (Centro de Iniciativas Turísticas) ha apostado por revitalizar aquellas fiestas y tradiciones que nos dieran un sello propio en la difícil competencia que se ha abierto en el denominado Turismo de Interior.
La organización del FEMUKA (Festival de Música en la Calle), las actividades de la asociación de ciencia “Hespérides” , las de los diversos clubes deportivos y todas aquellas asociaciones culturales que de un modo u otro han aportado desde su particular ámbito una nueva idea o iniciativa, junto a la siempre presente propuesta del Ayuntamiento, han configurado un catálogo de ofertas para el residente y el visitante que nos permiten posicionarnos como referente turístico de la provincia y la comunidad.
Al resto, lo que nos corresponde es apoyarlas, compartirlas y hacerlas nuestras. De esta forma, los impulsores de este vivero de ideas se sentirán acompañados y, en algo, recompensados.