Inesperado y sorpresivo adiós de Benedicto XVI de su Pontificado tras casi ocho años de Papado. El mundo entero conoció ayer, por sus propias palabras, el anuncio de la retirada del Santo Padre, una decisión que justificó debido a la falta de fuerzas por su avanzada edad, y que conmocionó a los creyentes, al resto de líderes religiosos y a la clase política de todo el planeta. «Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad, no se adecuan por más tiempo al ejercicio de mi Ministerio», expresó ante el consistorio para la canonización de los mártires de Otranto.
El Papa indicó al comienzo del acto que lo convocaba para comunicar «una decisión de gran importancia para la Iglesia». «En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien lo que me fue encomendado», precisó.
El Pontífice indicó que, desde el 28 de febrero de 2013 a las 20,00 horas, la sede de Roma quedará vacante y deberá ser convocado el Cónclave, formado por 120 purpurados, para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Finalmente, el Santo Padre dio las gracias «de corazón» por todo «el amor y el trabajo» a quienes han llevado junto a él el peso de su labor y, también, pidió «perdón» por todos sus «defectos». «Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria», concluyó.
Poco después de la revelación, el portavoz de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, aseguró que la decisión les ha cogido por sorpresa dado que, además, ayer, era festivo. el sacerdote explicó que el Obispo de Roma se acoge de este modo al Código de Derecho Canónico que establece que «si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie».
En todo caso, Lombardi aseguró que no hay ninguna enfermedad en curso del Santo Padre que haya influido en una decisión que, según destacó, ha adoptado con «lucidez».
Por otro lado, el portavoz aseguró que Ratzinger no ha tomado esta decisión, porque se encuentre deprimido. «Absolutamente no», destacó Lombardi, que subrayó que no ha visto «signos de depresión ni de desmotivación».
Una vez que se complete su retiro, el Papa se trasladará primero a Castengandolfo y, posteriormente, vivirá en un antiguo monasterio de clausura dentro del Vaticano.
El Pontífice ha renunciado tras un año 2012 marcado por el escándalo de la filtración de documentos reservados, en medio del Año de la Fe y ante un 2013 protagonizado por la JMJ de Río de Janeiro.
La respuesta del Vaticano ante el caso Vatileaks llegó el pasado 16 de marzo de 2012, cuando abrió una investigación criminal por el caso de la filtración de documentos y la difusión de los mismos por algunos medios de comunicación.
‘Habemus Papam’
El sucesor de Benedicto XVI podría ser elegido en el mes de marzo, ya que en este período el Vaticano podría convocar el Cónclave para elegir nuevo Pontífice, según confirmó Lombardi. También precisó que «Ratzinger no participará en la reunión que elegirá al nuevo Papa».
Para designar al sucesor, un total de 120 cardenales tomarán la decisión desde la Capilla Sixtina, en lo que se conoce como reunión del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica Romana.
El abandono del Trono de San Pedro por motivos de salud o edad solo tiene un precedente en la Historia de la Iglesia, cuando en 1294 Celestino V, un monje de origen campesino y 84 años vio que no tenía fuerzas ni capacidades para controlar la Corte Papal, y volvió a su vida de eremita. Las otras renuncias pontificales, siempre obligadas, tienen que ver con el conflicto llamado Cisma de Occidente, como la última de Gregorio XII en 1415, o con litigios medievales.
