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Mientras las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantienen exhaustivos controles de seguridad en Mallorca y prosiguen las investigaciones para detener a los etarras que cometieron el atentado que acabó el jueves con la vida de dos guardias civiles, el presidente del Círculo Balear, Jorge Campos, informó ayer de cómo avanzan las pesquisas en torno a este último atentado y adelantó que ha facilitado a la Policía Nacional datos que podrían «vincular» a nacionalistas radicales de las islas con ETA. Además, criticó los mensajes que se lanzan indicando que la banda está muy debilitada, ya que consideran que «no atienden a la realidad».
«La información que hemos ofrecido a las fuerzas de seguridad podrían revelar que los asesinos cuentan con alguna infraestructura en el archipiélago o están siendo ayudados por algunos elementos de la órbita pancatalanista más radical», aseguraron desde el Círculo Balear. Y es que, según Campos, son conocidas «las simpatías que los grupos nacionalistas extremos tienen hacia los terroristas separatistas de ETA».
Concretamente, lo que esta sociedad, que defiende la libertad y la identidad de la región, ha enviado a la Policía han sido algunas de las «continuas amenazas» que reciben y que muestran estas «conexiones» con los asesinos vascos.
Las últimas notas piden a los miembros de la asociación que se vayan de las islas por ser «españolistas», al tiempo que se ensalza a la banda y se amenaza con ponerles una bomba si convocan una manifestación.
Mientras tanto, el Rey Don Juan Carlos, que acostumbra a trasladar en verano su residencia a la isla mediterránea, acudió ayer a Mallorca donde animó a su llegada a seguir «dando en la cabeza» a ETA y combatir a los etarras «hasta acabar con ellos». Además, el Monarca quiso aclarar que no alberga ningún temor en este enclave a pesar de los últimos acontecimientos: «Estoy encantado y segurísimo», argumentó Don Juan Carlos ante las decenas de periodistas que aguardaban su llegada junto a la Reina a la base aérea de Sont Sant Joan.
Los Reyes fueron recibidos en el aeródromo militar por las autoridades civiles y militares de Baleares, encabezadas por el presidente del Gobierno autonómico, Francesc Antich, a quienes el Soberano expresó sus condolencias por el atentado de Palmanova, que costó la vida a los jóvenes agentes Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá.
Aunque los puertos y aeropuertos de las islas baleares están abiertos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantienen exhaustivos controles de seguridad en estos emplazamientos. Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Baleares, la situación es de mantenimiento de las medidas de seguridad en las vías de acceso y salidas de Mallorca, decretadas el día del atentado.
Según explicó el viernes el delegado del Gobierno en Baleares, Ramon Socías, el objetivo de dicha medida es que «nadie abandone la isla sin haber sido identificado correctamente».
El sentido de estos férreos controles, tal y como transmiten desde el Govern, es trasladar a la gente que Mallorca sigue siendo «una isla atractiva y segura para el turismo» y «no cambiará esta realidad de la que nos sentimos orgullosos», argumentóel líder del Ejecutivo regional, Francesc Antich.
Con el temor de que un sector tan importante como es el del turismo en esta zona decaiga en plena temporada estival, enfatizó que todos los mallorquines y turistas «siguen disfrutando de los privilegios de la zona».
