Cuando un entrenador cumple con el objetivo que se le ha marcado a la hora de contratarle, poco más se le puede pedir. Sergio Inclán llegó al Club Deportivo La Granja en Navidad, con la temporada ya comenzada y con un equipo que no pasaba por su mejor momento, ni deportivo ni anímico. Por eso, tras haber logrado la permanencia en Tercera División, el técnico dejará a final de mes el Club granjeño con la satisfacción del deber cumplido.
¿Cómo se decidió por venir a La Granja?
Fue en el último día del año 2011 cuando, a través de mi agente, conocí la posibilidad de venir a entrenar a La Granja. Yo, por entonces, llevaba parado desde principios de temporada tras finalizar mi contrato con el Real Oviedo, y vi en este proyecto una posibilidad para abrirme camino en un lugar distinto.
Pablo Alejandro me habló de la situación del Club, de que era un equipo bastante humilde dentro de la Tercera División. Yo ya era consciente de ello y, en ese sentido, no hubo ningún problema por mi parte, porque yo tenía ganas de entrenar. Por ello, acepté sus condiciones, siempre y cuando tuviera la posibilidad de salir del Club siempre que me interesase alguna oferta de un equipo de categoría superior. Y es que ya había manejado diferentes ofertas de Segunda B a principio de la temporada que al final no cuajaron, como las del Sporting Mahonés, el Badajoz, el Caravaca La Unión… y, aunque pudo haber algún acuerdo con uno de estos conjuntos, al final no cuajó.
De este modo, Pablo Alejandro no puso ningún impedimento a mis condiciones, de lo cual siempre le estaré agradecido.
¿Y cómo fueron los primeros días en su nuevo Club?
La verdad es que la llegada al Club fue complicada por la situación en la que estaba el grupo, con muchas bajas que obligaron a recomponer el equipo. Por ello, con estas circunstancias, mi trabajo inicial no pudo estar dirigido a un grupo de futbolistas ya cerrado, porque el bloque estaba aún por hacer.
Cuando llegaron los nuevos fichajes pudimos comenzar a trabajar con vistas a lo que quedaba de temporada y pudimos asentar las bases de lo que yo quería dentro del equipo. Así, ayudados por los parones invernales por la nieve, pudimos prepararnos para lo que teníamos por delante.
En la primera toma de contacto con sus futbolistas, ¿cuáles fueron sus consignas?
Les dije a mis jugadores que teníamos que hacer una pequeña pretemporada. De esta manera, nos tocaba doblar esfuerzos al tener que competir cada fin de semana y, a la vez, irse adaptando a los conceptos que yo quería transmitirles a base de ejercicios mezclados con partidos de entrenamiento entre semana. El resultado fue perfecto, porque ya sabía que teníamos que prepararnos muy bien para el último tramo de la temporada y, a este momento el equipo llegó en un excelente estado de forma, tanto a nivel físico como táctico.
¿Cuál cree que fue el punto de inflexión del CD La Granja?
Creo que fue el partido en Almazán, donde ganamos por 1-3 con mucha solvencia y habiendo captado muy bien los conceptos defensivos, a lo que sumamos nuestro acierto ofensivo, que era lo que nos faltaba para completar la buena imagen. A partir de entonces, el equipo empezó a generar más ocasiones y a estar más acertado arriba, siendo un conjunto rápido y vertical.
¿Cree que la temporada se le ha hecho corta al equipo? ¿Podría haber llegado más arriba?
Estoy totalmente convencido de ello. Cuando empezaba el mes de abril se lo comenté a los jugadores, y les dije que no íbamos a pasar ningún apuro para mantener la categoría, viendo cómo habíamos competido en partidos anteriores. Por eso mi objetivo era que los chicos terminaran la temporada con ganas de que no acabase. Creo que esta meta la hemos logrado ya que, si la competición no hubiese acabado el 13 de mayo, habríamos perdido pocos partidos más.
En el aspecto personal, ¿cuál es su balance de estos meses en La Granja?
No puede ser más que positivo, sobre todo ahora, cuando echo la vista atrás y me doy cuenta de lo que he conseguido, cogiendo a un equipo que se estaba descomponiendo y logrando mantener el compromiso de los futbolistas que se mantuvieron y de los que llegaron. Estoy satisfecho porque los jugadores siempre han sumado y han tirado del carro hacia adelante. Siempre creyeron en sí mismos y, tanto ellos como yo, tuvimos fe en este proyecto.
De cara al año que viene, ¿cuáles cree que son las perspectivas del Club Deportivo La Granja en su nueva etapa en Tercera División?
La próxima temporada va a ser difícil, viendo los descensos de Segunda B al Grupo VIII, con un alto nivel competitivo, pero quizás no sea tan exigente de mitad de tabla hacia abajo a la hora de mantener la categoría, ya que habrá menos puestos de descenso. Por eso, si el CD La Granja logra mantener una base sólida al año que viene, no tendrá ningún problema.
